El cuidado del cabello y del cuero cabelludo es algo que preocupa a muchas personas, sobre todo si tienen tendencia a la caspa. Suele afectar a la comodidad de esa persona, ya que esta puede ser muy visible.
La caspa y la dermatitis seborreica son patologías muy parecidas entre ellas y que tienen mucha relación, pero tienen sus diferencias. La caspa tiene un tratamiento muy sencillo, pero para que este sea efectivo es importante que sepas diferenciarlas.
Qué es la caspa y cuál es su tratamiento
La caspa es un proceso totalmente natural que sufre nuestro cuero cabelludo como consecuencia de una alteración de su funcionamiento. El problema de la caspa es estético, ya que la caspa por sí sola no es nociva para el cabello.
La caspa es una descamación excesiva del cuero cabelludo, acompañada con una sensación de picor leve. No se conocen las causas que provocan la caspa, pero se cree que está asociada a factores como la sequedad, el estado hormonal, la estación del año o la actividad mitótica de las células.
Tratamiento de la caspa
No hay un tratamiento específico para la caspa, ya que es consecuencia de un proceso multifactorial. Aunque, hay diferentes productos con diferentes activos que pueden ayudar a corregir el problema de forma individual.
Estos principios activos son los siguientes: los antifúngicos, los citostáticos (regulan el ciclo de renovación celular), los antiseborreicos (normalizan la secreción de las glándulas sebáceas), los queratolíticos (que eliminan la acumulación de escamas del cuero cabelludo) y los anti pruritos (alivian el picor).
Cada uno de estos principios activos esta pensado para eliminar o reducir la caspa en la mayor totalidad posible.
Qué es la dermatitis seborreica y cuál es su tratamiento
La dermatitis seborreica es una erupción e inflamación de la piel prolongada en el tiempo y bastante recurrente. Los signos de la enfermedad son manchas rojizas muy bien delimitadas y cubiertas por escamas grasientas distribuidas por la cara y el cuero cabelludo.
Normalmente afecta a cualquier edad, aunque suele afectar más a las primeras dos semanas de vida, a los tres meses de edad y entre los 40 y 60 años.
Tratamiento de la dermatitis seborreica
El tratamiento puede ser tanto farmacológico como no farmacológico. Este último consiste simplemente en realizar lavados frecuentes con agua y jabón. También se aconseja una exposición al sol prolongada, ya que ayuda a disminuir la acumulación de grasa en las manchas.
El tratamiento farmacológico que se suele dar es tipo tópico, salvo que el dermatólogo o pediatra diga lo contrario. Para el cuero cabelludo se suelen dar champús antifúngicos y se deberá usar cada dos o tres días, dejarlo durante 10 minutos y aclarar. Cuando la dermatitis seborreica es más grave se suele dar corticoides tópicos.
Si la dermatitis es facial se suele dar gel de cara antifúngico y se debe realizar un lavado una vez al día, frotando de forma enérgica. En las formas más graves también se dan corticoides, aunque de una potencia intermedia-baja, para no afectar el pH de la piel.
Hay algunas situaciones espaciales que se realiza un tratamiento diferente mediante fármacos antifúngicos orales, corticoides sistémicos orales o fototerapia UVB (no se suele realizar salvo en casos muy excepcionales).
Cómo puedes diferenciarlas
A veces es fácil confundir la caspa con la dermatitis seborreica, ya que ambas tienen una sintomatología muy parecida: la descamación de la piel o el picor. Además, la caspa es la manifestación clínica más leve de la dermatitis seborreica y además, si está asociada a una infección fúngica, suele ser síntoma de ésta.
Sin embargo, la dermatitis seborreica se diferencia de la caspa porqué en este caso si que hay una inflamación visible y una descamación de diferentes partes de la cara como las cejas, la frente, las pestañas, las regiones retroauriculares y los pliegues nasofaríngeos.
En cambio, en la caspa tan solo hay una pequeña descamación en el cuero cabelludo, pero no en partes de nuestro rostro, ya que la inflamación e infección son más leves.
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