Hidratarse es fundamental para mantener un buen estado de salud. Es una frase que escuchamos muy a menudo, y es totalmente cierta. La deshidratación puede ser fatal para la persona que la sufre. Pero, ¿qué pasaría si fuese totalmente al revés?
La ingesta de un exceso de agua se denomina hiponatremia y, aunque no sea muy frecuente, es muy peligrosa para la salud, sobre todo porqué la persona no es consciente de que se está excediendo.
Se confunde fácilmente con la deshidratación
Uno de los mayores peligros de la hiponatremia es que se confunde muy fácilmente con la deshidratación, porqué los síntomas son muy parecidos entre ellas.
La hiponatremia cursa con confusión, mareos, náuseas, vómitos, fatiga, dolor de cabeza, irritabilidad, inapetencia, calambres, debilidad muscular, convulsiones y/o alucinaciones. Muchos de estos síntomas coinciden con los de la deshidratación por lo que pueden llegarse a confundir, provocando que la persona beba más agua agravando más la situación y aumentando el riesgo de entrar en coma.
Bebes demasiado sin darte cuenta
Beber agua no es malo, de hecho siempre se ha intentado educar a la sociedad que beber agua es imprescindible para un buen estado de salud, pero no se suele hablar de que beber altas cantidades de agua puede ser muy perjudicial para la salud.
Por ello, sueles beber agua sin pensar en las consecuencias de beber en exceso, simplemente consideras que estás bebiendo agua, por lo tanto, estás teniendo un comportamiento saludable. No hay que dejar de beber agua pero hay que establecer un límite de ingesta hídrica.
No hay información al respecto
No suele haber casos de hiponatremia, ya que no es una patología muy frecuente, pero existe. El problema surge que, al ser poco frecuente, muy pocas personas son conscientes de que si beben en exceso pueden poner en riesgo su salud.
La desinformación es un problema real y que afecta a muchas personas, tanto en patologías como la hiponatremia como en muchos problemas de salud que son poco frecuentes.
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