El sudor es uno de los mecanismos de los que dispone el ser humano para mantener una temperatura corporal estable. En ciertas situaciones, como cuando hacemos ejercicio físico o cuando nos encontramos a altas temperaturas, nuestro cuerpo produce sudor para poder bajar los grados a los que se encuentra evaporando agua y sales minerales y refrescando de esta manera la piel. El sudor también puede aparecer como una respuesta de nuestro organismo frente a situaciones de estrés o ansiedad.
La hiperhidrosis es una enfermedad crónica que hace que quien la padece produzca una cantidad de sudor mayor a la que necesita debido a un fallo del sistema simpático. Se trata de una enfermedad hereditaria, que afecta por igual a hombres y a mujeres, y que suele aparecer en la infancia o adolescencia. Veamos cuáles son las causas que la provocan y sus posibles tratamientos.
La hiperhidrosis puede afectar negativamente a la calidad de vida del paciente, por eso es importante tratarla de forma adecuada
La hiperhidrosis es un trastorno que, si bien no tiene por qué ser grave, sí afecta negativamente a la calidad de vida de quien la padece en función de cuál sea su grado. La hiperhidrosis o sudor excesivo puede ser causa de estrés o ansiedad en el paciente que, temeroso de la respuesta social ante su problema, puede llegar a aislarse y a rechazar el contacto con otras personas.
La hiperhidrosis, dependiendo de sus causas, puede ser primaria o secundaria. En la hiperhidrosis primaria no se conoce exactamente la causa que la produce, mientras que en la secundaria esta puede venir de la mano de otras enfermedades como la diabetes mellitus o los trastornos de tiroides, de alguna condición específica como la menopausia o debido al uso de algunos fármacos.
Dependiendo del punto de nuestro cuerpo donde se dé la hiperhidrosis esta puede ser localizada (si se da solamente en las axilas, por ejemplo) o generalizada (suele darse en las palmas de las manos, las plantas de los pies, las axilas y la zona púbica).
¿Cómo se trata la hiperhidrosis?
Antes de nada, si crees que puedes sufrir hiperhidrosis lo mejor es acudir a un médico especialista que nos diagnostique y que nos indique cuál es el tratamiento que mejor se adapta a nuestras necesidades dependiendo del grado de hiperhidrosis y de su localización.
Tratamientos con cloruro de aluminio: se trata de antitranspirantes que contienen una solución de cloruro de aluminio en ellos y que suelen funcionar bien en la zona de las axilas, aunque es posible que irrite la piel.
Tratamiento con toxina botulímica o botox: también se recomienda en algunos casos para la hiperhidrosis axilar. La infiltración de toxina botulímica se debe realizar periódicamente para que mantenga su efecto.
Iontoferesis: es un tratamiento mediante el cual se pasa una corriente eléctrica de bajo voltaje por debajo de la piel, que desactiva temporalmente las glándulas sudoríparas. Es efectiva para la hiperhidrosis en las palmas de las manos y en las plantas de los pies, y son necesarias varias sesiones de este tratamiento para ver su efecto.
Procedimientos quirúrgicos: existen dos procedimientos quirúrgicos que pueden ayudarnos a eliminar o controlar la hiperhidrosis. Por un lado está la simpatectomía torácica endoscópica: un método poco invasivo en el que se corta el nervio encargado de dar la señal de sudoración excesiva al cerebro, y que funciona bien para los pacientes de hiperhidrosis en las palmas de las manos. Por otro lado tenemos la cirugía axilar, una cirugía que extirpa las glándulas sudoríparas de las axilas mediante el láser, el curetaje, la escisión o la liposucción.
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