La hipertensión es un mal que afecta a muchas más personas de las que pensamos, ya que la gran mayoría de los que la padecen no lo saben a ciencia cierta. La falta d control, y muchas veces de información es lo que hace que no prestemos atención a una enfermedad silenciosa que puede acabar con nosotros sin apenas darnos cuenta. Por ello en este post queremos detenernos en ella y ver algunas de las causas la provocan y como detectarla.
La hipertensión se caracteriza por tener una presión arterial elevada que pondrá en riesgo nuestro sistema circulatorio. Las arterias y el corazón se verán afectadas, pudiendo desencadenar una enfermedad cardiaca que a la larga nos acabará pasando factura sin que nos demos cuenta. El problema de la hipertensión es que no avisa, sino que si no tenemos control sobre ella en un momento determinado se manifiesta a través de enfermedades.
La herencia
La prevención y la detección prematura son esenciales a la hora de mantener a raya este mal. Pero para ello hay que tener presentes una serie de puntos que tienen mucho que ver en la hipertensión. En primer lugar la herencia es un determinante muy importante a la hora de padecer hipertensión, ya que si nuestros padres lo han tenido es muy probable que nosotros seamos propensos a padecerla, y por ello es necesario un control de la misma.
El sexo
El sexo es otro punto que determina la hipertensión. Por norma general los hombres la solemos padecer más pronto y en mayor medida que las mujeres, ya que ellas están mucho más reguladas debido al periodo menstrual. Es cierto que con la llegada de la menopausia los casos de mujeres hipertensas aumentan igualando casi el número de hombres que la padecen. En estos casos es necesario que la mujeres en edad de padecer la menopausia se controlen mucho más, pues pueden comenzar a padecer este mal.
La edad
La edad es otro punto importante, ya que a medida que cumplimos años el riesgo de padecer hipertensión aumenta, pues nuestro organismo funciona de diferente manera y el estado del sistema circulatorio deja de ser el mejor posible. Es cierto que cada vez son más los niños y jóvenes que la padecen debido a los hábitos de vida nocivos. La raza también tiene mucho que ver, y es que las personas de raza negra tienen más posibilidades de padecer hipertensión, por lo que tienen que prestar especial atención a este punto.
El sobrepeso
El sobrepeso es uno de los detonantes que también tienen mucho que ver a la hora de tener la tensión elevada, y es que el exceso de peso en el organismo aumentará la presión sanguínea, y con ello el riesgo de padecer enfermedades cardiacas. A esto hay que sumarle el exceso de grasa en el organismo y de colesterol, que son dos enemigos directos de la tensión y están unidos a padecer hipertensión, y es que a medida que nuestro peso aumenta también lo hace la tensión sanguínea.
Detección
La manera de detectar este mal es simplemente mediante la realización de chequeos habituales en los que mantengamos un control sobre la tensión. De nada sirve medirla de vez en cuando, ya que el dato que obtendremos no será fiable, sino que es necesario mantener una rutina de control para así determinar cuál es nuestro estado real y qué tipo de tensión tenemos. Además de esto podemos prevenir su aparición siguiendo algunos consejos.
Es necesario que reduzcamos peso si tenemos sobrepeso, ya que a medida que perdemos kilos nuestra tensión recuperará su ritmo normal. Eliminar la sal de las comidas y evitar no abusar de dulces y alimentos ricos en grasas y calorías es esencial para conseguir que la presión sanguínea se normalice. A esto hay que sumarle acabar con la ingesta de alcohol y tabaco y añadir a nuestra vida la realización de ejercicio físico. Simplemente con caminar media hora al día a un ritmo acelerado nos ayudará a mejorar considerablemente la presión sanguínea y mantener controlada la tensión.
Imagen | Roi Valcárcel
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