Seguramente que más de alguno de nosotros conoce a alguien que haya padecido en alguna ocasión los achaques de la gota. Se trata de un mal producido principalmente por el exceso de ácido úrico que tenemos en el organismo y que se traduce en infinidad de malestares. Por este motivo es fundamental que sepamos en qué consiste este mal y podamos ponerle remedio cuanto antes para evitar sus consecuencias.
Se trata de uno de los males más antiguos que se conocen, y está producido por un trastorno en el sistema de metabolización de las purinas que hace que se acumulen en la sangre en cantidades anormales de ácido úrico que generan la formación de unas sales llamadas uratos de sodio que son las que se depositan en las articulaciones y los tejidos creando el malestar.
La alimentación juega un papel importante en esta enfermedad, y es que el ácido úrico se suele producir por la ingesta abusiva de alimentos que contienen altas dosis de proteínas que el organismo acaba convirtiendo en purinas. En muchos casos este exceso de ácido úrico suele traer consigo malestar en las articulaciones y acabar por convertirse en una artritis crónica que determinará nuestra forma de vida. Por este motivo es importante que tengamos claro en qué consiste el ácido úrico y la forma de remediar su aparición.
Los primeros síntomas de padecer niveles altos de ácido úrico suelen ser el dolor concentrado en la punta del dedo del pie, un dolor agudo que recorre la pierna hasta llegar a la rodilla y la cadera produciendo dolor en esta parte del cuerpo y llegando en muchos casos a impedir un desplazamiento correcto. Las piernas aumentan de temperatura y a simple vista se aprecia que están hinchadas. Para evitar esto es necesario que determinemos los niveles de ácido úrico a través de un simple análisis sanguíneo.
La prevención es fundamental, y para ello es necesario que sigamos una dieta baja en purinas, que son las causantes de esta enfermedad. Es primordial mantener el peso correcto, y para ello debemos limitar la ingesta de alimentos ricos en grasas y calorías, ya que el sobrepeso es un enemigo directo del organismo y un amigo fiel de los trastornos producidos por el exceso de ácido úrico. Algunos alimentos que debemos evitar por ser ricos en purinas son las vísceras, el pescado azul, el marisco, las carnes... Todos ellos nos ayudarán a aumentar los niveles de ácido úrico en sangre.
El alcohol es otro enemigo de las personas que tienen altos niveles de este ácido, ya que contiene grandes cantidades de purinas que agravan más el problema. La ingesta de grasas también debe reducirse drásticamente, ya que corremos el riesgo de generar uratos en la orina, que son los causantes de que se formen cálculos renales, pudiendo de esta forma dañar también los riñones. En su lugar debemos ingerir hidratos de carbono complejos, es decir, cereales integrales, ya que contienen pocas cantidades de purinas.
La ingesta de líquidos abundante es esencial a la hora de evitar la aparición de la gota, ya que con ello conseguimos depurar el organismo y lograr que las purinas se depositen mucho menos en la sangre, afectando en menor medida a nuestras articulaciones. Es importante que tengamos esto en cuenta y sepamos que es necesario que nos pongamos manos a la obra cuanto antes, ya que la prevención es fundamental a la hora de evitar el malestar derivado del exceso de ácido úrico.
Vía | Consumer Imagen | katagaci
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