La osteoporosis es una de esas enfermedades que tarde o temprano nos van a afectar y que será más o menos severa dependiendo de nuestras costumbre vitales. Por eso es mejor no perderla de vista y tratar de incorporar a nuestros hábitos las recomendaciones para prevenirla.
En esta ocasión vamos a aportar una serie de ideas sencillas para tratar de mantener el equilibrio en la densidad de nuestros huesos. No serán soluciones para los que ya estén diagnosticados pero sí que pueden contribuir a mantener los niveles.
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El calcio y la vitamina D son los pilares básicos de nuestros huesos. Los alimentos más ricos en calcio son la leche, el yogur y el queso. La vitamina D la obtenemos del sol y de algunos alimentos. Toma el sol con precaución unos 10 ó 15 minutos al día y consume pescado azul con frecuencia.
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Lleva una vida activa de forma habitual: haz ejercicio físico por lo menos 3 veces a la semana, y si es con más frecuencia, mejor. Los niños y jóvenes deben hacer ejercicio todos los días.
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No por ser mayores necesitamos menos calcio que un niño. Las embarazadas, mujeres que estén lactando o las personas con más de 50 años deben tomar entre 1.200 y 1.500 mg de calcio al día (igual que un adolescente).
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A partir de la menopausia, se acelera la pérdida ósea. Es fundamental asegurar un aporte óptimo de calcio y vitamina D en esta etapa. Coméntalo con tu médico.
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Las personas con alguna enfermedad como anorexia, intolerancia a la lactosa, en tratamiento con corticoides, vegetarianas estrictas o que no toman el sol, deben aumentar el consumo de calcio y vitamina D bajo supervisión de su médico, ya que tienen un mayor riesgo de sufrir osteoporosis y fracturas.