Cómo elegir un buen chaleco lastrado: ¿qué hay que tener en cuenta?

Cómo elegir un buen chaleco lastrado: ¿qué hay que tener en cuenta?
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Hace unos días, el vitónico jmrumbo nos preguntaba en la sección de Vitónica Respuestas qué es lo que debemos tener en cuenta a la hora de elegir un buen chaleco lastrado que nos permita ser un poco más exigentes en los ejercicios con nuestro propio peso corporal. Creemos que es una pregunta muy interesante para todos aquellos que entrenáis calistenia o que lo combináis con vuestro entrenamiento en sala, así que os damos todas las claves en este post.

Un chaleco lastrado no es más que un chaleco "normal" (como los de vestir, vaya) al que se le pueden incorporar pesos en distintos puntos para poder aumentar de forma artificial nuestro peso corporal y ganar intensidad en los entrenamientos.

Lo primero que tenemos que decidir es si queremos un chaleco que venga ya lastrado con un peso concreto de fábrica o si preferimos otro al que podamos añadir nosotros mismos el peso que deseemos.

Evidentemente, el chaleco que nosotros mismos podemos configurar tiene más ventajas, ya que podemos optar por colocar el peso donde nosotros prefiramos y en la cantidad que deseemos para cada ejercicio.

Es importante también que nos fijemos en el diseño y en la capacidad de ajustarse a nuestro cuerpo. El chaleco debe tener un diseño ergonómico que nos permita una gran libertad de movimiento, sobre todo en la zona de los hombros. Según el modelo, pueden venir en distintas tallas o en una talla única y ajustable por medio de correas de nylon y de elásticos. Una buena idea es probarlo en tienda siempre que sea posible antes de comprarlo.

También debemos fijarnos en cuánto peso admite el chaleco, tanto por su capacidad como por el material en el que está fabricado. Generalmente estos chalecos tienen bolsas rellenas de arena que son las que nos confieren ese peso extra: esta es la alternativa más cómoda a la hora de entrenar. Otros pueden tener placas de peso en el interior, pero serán más incómodos.

En cuanto a materiales, estos deben ser resistentes pero a la vez cómodos. Lo más usual es que estén fabricados en nylon y que lleven un forro interior para que el contacto con la piel no sea desagradable.

Algunos ejemplos de chalecos lastrados

  • Chaleco lastrado de Adidas: 10 kg de peso con un reparto uniforme que podemos variar nosotros mismos. Diseño ergonómico y agarre con correas y velcro. Talla única. 129,95 euros en Deporvillage.

  • Chaleco lastrado KO Arena: 10 kg de peso que no permiten modificaciones. Los laterales están abiertos, de modo que los brazos quedan libres, y el ajuste se realiza con una correa con velcro a la altura de la cintura. 69,95 euros en Roninwear.

  • Chaleco lastrado Klarfit: 10 kg repartidos en 20 sacos de 500 gramos de arena cada uno, que podemos disponer según nuestra elección. Talla única y ajuste con correas y velcros. Fabricado en nylon, resistente a la abrasión. 41,89 euros en Electronic.star.

  • Chaleco lastrado Domyos: 10 kg repartidos en 20 bolsas de 500 gramos repartidos en pecho, abdomen y espalda, que podemos modificar. Se ajusta con dos correas con hebillas a la altura del pecho y de la cintura. 39,99 euros en Decathlon.

Imagen | Captura de pantalla trailer Fittest on Earth

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