Hay una gran duda que se preguntan muchas personas que quieren ponerse en forma: "¿debería optar por el CrossFit o por los entrenamientos convencionales en la sala de fitness?"
Aunque no existe una respuesta universal porque la decisión en cada caso es relativa y depende de muchos factores, te vamos a contar lo que puedes esperar de cada una de las disciplinas deportivas.
CrossFit: qué esperar de él
El CrossFit ha cogido mucha fuerza en los últimos años probablemente debido a su carácter más grupal, que permite aumentar la sensación de competitividad y compañerismo al mismo tiempo, a diferencia de los entrenamientos en la sala de fitness.
Si eres una persona a la que le gusta medirse constantemente con los demás, seguramente el CrossFit sea una opción mejor debido en parte también a que este deporte es mucho más variado, y se valoran muchas más aptitudes físicas aparte de la fuerza (coordinación, potencia, resistencia...).
En general, la probabilidad de que te aburras haciendo CrossFit es mucho menor si la comparamos con la probabilidad de que te aburras en la zona de pesas, y esto es muy importante si pretendes durar muchos años en el deporte. Si te aburres, terminarás por dejarlo.
En una clase de CrossFit además lo más seguro es que tengas un monitor o un entrenador pendiente de ti. Esto es muy bueno especialmente si acabas de empezar y te hace falta ayuda o si eres una persona que se siente más segura cuando tiene cierto grado de supervisión.
Por último, ten en cuenta también que el CrossFit es muy exigente e intenso, y esto puede hacer que mejore tu composición corporal y tu aptitud física en un tiempo récord, cosa que también es de agradecer.
Entrenamiento en la sala de fitness: qué puedes esperar de él
El entrenamiento en la sala de fitness es el opuesto al CrossFit en algunos puntos. Por ejemplo, de la misma manera que comentábamos que el CrossFit genera una sensación más grupal o de equipo, si eres una persona más independiente te recomendamos que optes por la sala de pesas.
Además de practicarlo de manera más independiente, sin necesidad de alguien que guíe tus entrenamientos, también es un tipo de entrenamiento por lo general menos lesivo, dado que los movimientos son menos complejos.
Por ejemplo, si comparamos un clean and jerk (un movimiento bastante habitual en CrossFit), con un press banca, obviamente la complejidad técnica del segundo es mucho menor, y por tanto también lo es la probabilidad de hacerlo mal.
Aunque evidentemente todo esto dependerá de si hacemos los ejercicios bien o no, tener en cuenta su grado intrínseco de complejidad es importante.
Otro aspecto importante es que este deporte es más barato, probablemente debido a que hay muchos más gimnasios convencionales que boxes de CrossFit, y la competencia entre ellos permite que las cuotas se reduzcan.
Es cierto que seguramente haya algunos boxes más baratos que algunos gimnasios, pero por lo general la cuota de un box tiende a ser más cara.
Por último, otro aspecto positivo es que no hay horarios en la sala de musculación. Llegas a la hora que quieras, entrenas, y terminas a la hora que quieras.
Los boxes de CrossFit, sin embargo, se rigen por horarios más estrictos. Es cierto que suele haber momentos de open box en los que cada persona puede entrenar libremente, pero si acabas de empezar lo más probable es que utilices poco este servicio, así que en este aspecto el punto a favor es para la sala de fitness.
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