Existe consenso en que la actividad física regular puede mejorar la condición física y la salud y ayudar en la prevención de enfermedades. Varios estudios han demostrado que las personas físicamente activas son más saludables y tienen una condición física más alta que aquellas que son inactivas en diferentes naciones y grupos de población.
Por lo tanto, la actividad física debería promoverse como parte de un estilo de vida saludable desde pequeños.
Además de los efectos positivos comúnmente conocidos de la actividad física, también se sabe que la relación entre la actividad física, la condición física y la salud varía entre diferentes cantidades, intensidades y contextos de actividad física.
En este artículo vamos a comentar qué deporte es el más conveniente para cada grupo de edad.
Entrenamiento de fuerza
Algo que hemos de tener en cuenta, es que el entrenamiento de fuerza, a diferencia de algún otro tipo de actividad física como los deportes de contacto, correr, etc., debería ser practicados por todos los grupos de edad por sus increíbles beneficios.
En personas mayores, se sabe que la sarcopenia (es decir, la atrofia muscular) y la pérdida de fuerza ocurren con la edad. Esto presenta un importante problema de salud pública para nuestra población que envejece, ya que tanto la calidad de vida como la probabilidad de deterioro del estado de salud asociado con la edad están influenciadas.
Estos deterioros de la salud relacionados con la edad incluyen la disminución del gasto de energía en reposo y durante el ejercicio, y el aumento de la grasa corporal y su consiguiente aumento del colesterol y triglicéridos y la reducción de la sensibilidad a la insulina.
Varios estudios apoyan que el entrenamiento resistido o de fuerza en adultos mayores aumenta la potencia, reduce la dificultad de realizar las tareas diarias, mejora el gasto de energía, la composición corporal y promueve la participación en la actividad física espontánea.
Por otro lado, en la población más joven también habría que inculcar este tipo de entrenamiento por sus grandes beneficios. Las recomendaciones globales sobre actividad física juvenil sugieren que los niños y adolescentes deben acumular al menos 60 minutos de actividad física de moderada a vigorosa diariamente.
A pesar de los temores tradicionales y las preocupaciones mal informadas asociadas con el entrenamiento de fuerza en jóvenes, un estudio ha encontrado que la participación en un programa de entrenamiento de fuerza supervisado es un método de acondicionamiento seguro, efectivo y valioso para niños y adolescentes.
A pesar de la importancia de mejorar la condición física muscular, los profesionales de la condición física juvenil deben brindar una oportunidad para que todos los participantes se diviertan, hagan amigos y aprendan algo nuevo.
Para los adultos, como ya hemos comentado muchísimas veces, el entrenamiento de fuerza también tiene muchísimos beneficios, entre los que destacamos:
- Mejora la postura, porque los músculos implicados en el mantenimiento de la posición erguida son capaces de ejercer más fuerza.
- Previene lesiones, ya que unos músculos fuertes y desarrollados no sólo protegen a las articulaciones, sino que ejecutan de mejor manera cada movimiento evitando molestias.
- Mejora la apariencia física con la pérdida de grasa corporal y el aumento de masa muscular.
Deportes recomendados en niños y adolescentes
Además del entrenamiento de fuerza por todo lo que hemos comentado anteriormente, los niños y adolescentes, sobre todo, deberían practicar deportes que requieran de cooperación para desarrollar esa parte social de su cerebro.
Por ejemplo, deportes como fútbol, baloncesto e incluso deportes de contacto serían actividades muy positivas para ellos. Aunque los deportes de contacto puedan parecer agresivos, realmente lo que buscan, entre muchas cosas, es enseñar respeto por el contrario y, aunque no académicamente, aprenden que, aunque también son capaces de dar, son capaces de recibir (y eso es una enseñanza de cara al futuro).
Este estudio comentaba que, el fútbol, gimnasia, natación, voleibol, el baseball y karate son los deportes que más podrían beneficiar a este grupo de población tanto a nivel psicológico como a nivel físico (mejora de la densidad ósea, mejora de masa muscular y tejidos blandos).
Deportes recomendados en adultos
Generalmente, los adultos son mas propensos a practicar cualquier tipo de deporte porque ya tiene su base de masa muscular, tejidos blandos, tejidos óseos, etc., construida, por lo que realizar desde deportes de bajo impacto como andar hasta realizar actividades muy demandantes como los triatlones, es posible.
Obviamente, todo dependerá de donde parta la persona, si tiene algún tipo de problema articular, muscular, etc.
En caso de tener algún tipo de problema articular (en la rodilla por ejemplo), no sería recomendable realizar deportes como correr u otro deporte que genere un alto impacto de manera prolongada. Por otro lado, sí podría realizar otro tipo de actividades como la natación, ciclismo, etc.
Cuando hablamos de personas adultas, hay que individualizar ya que cada persona es un mundo, tiene distintas particularidades, preferencias, etc. Cuando hablamos de actividad física, no soy hay que fijarse en el perfil biológico/fisiológico, sino también en el psicológico y social. Si una persona empieza a practicar un deporte que no le gusta, lo más seguro es que lo deje, generando estrés, apatía, etc.
Lo que sí recomendamos desde Vitónica, es que se haga entrenamiento de fuerza por los beneficios que hemos comentado anteriormente.
Deportes recomendados para adultos mayores y ancianos
La edad no perdona a nadie, y a medida que vamos avanzando en el tiempo, nuestras estructuras óseas, nuestra masa muscular, tejidos blandos, etc., van involucionando, aunque es nuestro trabajo acelerar o desacelerar ese proceso.
Una forma muy buena de desacelerar e, incluso aumentar masa muscular en ancianos que nunca han hecho ejercicio es por medio del entrenamiento de fuerza, que hemos comentado sus beneficios al principio de este artículo.
Lo más seguro para este tipo de personas es evitar cualquier tipo de deporte que genere un gran impacto sobre sus articulaciones como por ejemplo correr.
Como hemos comentado anteriormente, acelerar o desacelerar el proceso de pérdida de masa muscular, masa ósea, etc., está en nuestras manos, por lo que si se llega a esta etapa de la vida con buena condición, podemos hacer casi cualquier deporte perfectamente, ya sea tenis, natación o cualquier otro tipo de actividad deportiva.
Si se llega a esta etapa con una mala condición física, realizar actividades físicas de bajo impacto e intensidad como el yoga, el taichí, andar, etc., pueden ser las alternativas más apropiadas, ya que permitirá a la persona generar movimiento sin que haya un mucho estrés en su cuerpo, impidiendo que se recupere bien y vaya a peor.
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