Muchas veces cuando hablamos de las diferentes variantes que puede tener un ejercicio solo nos fijamos en el estímulo muscular que puede producir una u otra variante pero no nos fijamos en cómo cada ejercicio puede entrañar diferencias que también repercuten en la recuperación.
Es el caso del remo con barra y del remo Pendlay. Todos los remos Pendlay son remos con barra pero no todos los remos con barra son remos Pendlay. El caso es que las diferencias entre uno y otro no solo repercuten en el estímulo de nuestro dorsal sino también en la carga que soporta nuestra columna lumbar durante la ejecución de los movimientos.
En este artículo te explicamos las diferencias entre el remo con barra y el remo Pendlay para que sepas cuando te conviene realizar uno u otro.
Cuándo hacer remo con barra y cuándo hacer remo Pendlay
La diferencia fundamental entre un remo con barra y un remo Pendlay es que en el remo con barra la barra no toca el suelo en ningún momento y en el remo Pendlay cada repetición comienza con la barra apoyada en él.
Esto tiene diversas implicaciones que deben tenerse en cuenta:
- En un remo con barra hay fase concéntrica y excéntrica, lo cual siempre es más positivo cuando buscamos hipertrofia porque no solo estamos acortando el músculo (concéntrica) en contra de la gravedad cuando subimos la barra sino que también estamos permitiendo que el músculo se estire (excéntrica) de forma controlada durante la bajada. La tensión mecánica que soporta el músculo tanto en una fase como en la otra es muy necesaria cuando buscamos buenos ejercicios para ganar masa muscular.
- Por otra parte, el remo con barra tiene una gran debilidad y es que para muchas personas el hecho de mantener la posición durante toda una serie puede suponer un gran factor limitante. Dicho de otra manera, los erectores espinales de la columna pueden ser los que te limiten a la hora de cargar el peso necesario para estimular bien el dorsal o los que te impidan hacer todas las repeticiones que te gustaría hacer. Si aún encima ya partes de molestias en la columna lumbar, este ejercicio puede no ser la mejor opción.
En cuanto al remo Pendlay sucede lo contrario. Se inicia el movimiento desde el suelo y tras cada repetición la barra vuelve a él. De hecho no hay que rebotar en el suelo, hay que dejar que la barra apoye todo su peso antes de iniciar la siguiente repetición. Esto provoca dos cosas:
- El Pendlay consta de una fase concéntrica, es decir, solo buscamos realizar de forma explosiva la subida y no controlamos la barra durante la excéntrica, es decir, durante la bajada. Esto puede hacerlo ideal para rutinas de fuerza máxima, pero para hipertrofia la falta de excéntrica es un limitante.
- Así como en el remo con barra nos encontrábamos con la limitación de los erectores espinales, en el remo Pendlay no sucede esto. Al apoyar la barra en el suelo en cada repetición los erectores espinales no se fatigan tanto y podemos aspirar a encontrar una fatiga real en el dorsal sin estar limitados por la musculatura lumbar.
De esta manera vemos como cada ejercicio nos da una de cal y otra de arena. Teniendo en cuenta todo esto y en función de tus objetivos podríamos concluir que si gozas de una buena musculatura lumbar y buscas hipertrofia en el dorsal, lo ideal es un remo con barra.
Si por otra parte tu objetivo es más bien la fuerza o tienes molestias en la columna lumbar, el Pendlay puede adecuarse mejor a tus circunstancias.
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Imágenes | Frederik Rosar
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