Quizás en tu gimnasio hayas visto a gente practicando peso muerto o sentadillas descalzos, y es posible que hayas pensado "¿pero qué invento es este?". Lo cierto es que entrenar descalzo (si no dispones de un calzado específico para levantamientos pesados) es una buena idea en el caso de estos ejercicios. Te explicamos las ventajas de entrenar descalzo (y algunos de sus inconvenientes).
¿Tiene sentido realmente entrenar descalzos o es puro postureo?
Seguramente si preguntas a un runner qué tipo de zapatillas utiliza para correr te contará de qué marca son, cuál es el modelo, cuál es el drop, de qué está hecho el upper y cuál es el material que amortigua en la mediasuela, como poco. Los runners se preocupan muchísimo por su calzado y, evidentemente, tiene sentido. ¿Por qué los que entrenamos en un gimnasio nos preocupamos tan poco de ello?
Sencillamente porque hasta hace poco, sobre todo gracias a la popularización del entrenamiento pesado gracias al CrossFit, no había demasiadas opciones de calzado específico para el entrenamiento en sala y los levantamientos pesados.
¿Qué provoca esto? Que la mayoría de personas que entrena en la sala del gimnasio lo haga con zapatillas de running, que son las más comunes. Estas zapatillas, por norma general, se caracterizan por tener una muy buena amortiguación, pero no tanta estabilidad; y esta estabilidad es precisamente lo que necesitamos cuando vamos a levantar pesado.
Entrenar descalzo (o con un calzado adecuado) nos ayuda a mejorar nuestra estabilidad en ejercicios en los que levantamos pesado
El calzado adecuado para este tipo de ejercicios en los que podemos mover muchos kilos sería una zapatilla específica de halterofilia o powerlifting: estas zapatillas se caracterizan porque tienen una suela plana, que nos ayuda a encontrar la estabilidad que necesitamos para levantar de forma segura y, en ocasiones, un poco de tacón (que puede venir bien en determinadas personas para facilitar el movimiento, aunque lo ideal sería mejorar la movilidad de nuestra cadera, rodillas y tobillos para no depender de ellas). Además, entrenar descalzo favorece la buena alineación de todo nuestro cuerpo y el hecho de conseguir una mejor postura durante el movimiento.
Si no disponemos de este calzado, entrenar descalzo sería la mejor opción: de este modo, además de ser más estables que con unas zapatillas no adecuadas, también estamos obteniendo más información sobre nuestros movimientos a través de la propiocepción.
Razones para no entrenar descalzo en el gimnasio
Entre los contras, obviamente, la suciedad de los gimnasios: en teoría un gimnasio debería ser un espacio limpio donde poder entrenar sin riesgos para la salud, pero la realidad es que en muchas ocasiones no es así. Como mínimo, déjate los calcetines puestos como medida de protección.
Por otro lado, siempre está el riesgo de que te caiga una pesa o un disco encima del pie: una zapatilla de running no te va a proteger mucho (el upper suele ser de tela bastante maleable), pero las de CrossFit sí que tienen previsto estos "acontecimientos" y están fabricadas en malla resistente o en kevlar, de modo que esta sería la mejor opción.
Imagen | iStock
En Vitónica | El uso simultáneo de más de un par de zapatillas puede ayudarte a prevenir lesiones
Ver 2 comentarios