Hacer ejercicio físico mejora nuestro metabolismo, de tal manera que conseguimos quemar más energía en reposo y, en general, conseguirá que nuestro organismo queme más calorías de lo habitual. Sin embargo, a veces parece que para conseguir estas mejoras en nuestro metabolismo tenemos que entrenar muchísimo, durante mucho tiempo y todos los días. Muchos aludimos a que no tenemos tiempo para tanto esfuerzo. Sin embargo, la ciencia podría venir a dejarnos sin argumento.
Una nueva investigación, realizada por el momento en ratones, encuentra que un único entrenamiento puede conseguir que las neuronas que influyen en el metabolismo estén activas hasta dos días después de este. Esta investigación resulta interesante no solo por la información que nos da sobre el metabolismo, sino también del importante papel que el cerebro tiene en la relación ejercicio físico-metabolismo.
Para llevar a cabo este estudio los investigadores midieron el efecto que tenían el ejercicio a corto y largo plazo en dos tipos de neuronas diferentes. Una de estas neuronas estaría relacionada con la reducción del apetito, además de con la reducción de los niveles de glucosa en sangre y el aumento del gasto energético. La otra aumenta el apetito y reduce el metabolismo. Estas neuronas son las que conforman el circuito cerebral de la melanocortina y se trata de una estructura que los seres humanos compartimos con los ratones.
Los ratones fueron dividos en dos grupos: los sedentarios que pasaron en la cinta de correr los mismos minutos que los que sí corrieron, solo que ellos sin correr ni activar la cinta. En el otro grupo estaban los ratones que fueron sometidos a sesiones de entrenamiento que iban desde los cero días hasta los 10. En total, los ratones corrían una hora en la cinta de correr a velocidad media. Los primeros días la hora se dividía en tres repeticiones de 20 minutos en los que se iba variando la velocidad para que los ratones pudieran ir adaptándose.
Los resultados encontrados por este equipo sugieren que una única sesión de entrenamiento moderado consigue activar la neurona relacionada con la reducción de apetito e inhibir la relacionada con el aumento de apetito hasta dos días. Entre otras cosas, tras una sola sesión de entrenamiento se daba una pérdida del apetito que duraba hasta seis horas. La buena noticia, además, era que cuanto más entrenaba más duraba el efecto de un solo entrenamiento en la activación neuronal.
Otra de las observaciones importantes hechas en esta investigación fue que la neurona activada también estaba involucrada en la reducción de los niveles de glucosa en sangre. Esto quiere decir que una única sesión de entrenamiento podía conseguir que se activara esta neurona ayudando a controlar los niveles de glucosa. Esto es especialmente importante para aquellas personas que padecen diabetes.
Por el momento todavía queda seguir estudiando este mecanismo para ver si el efecto se da también en seres humanos, tal y como parece. En cualquier caso, lo que esta investigación sugiere es que ya no tenemos excusa para no ir a entrenar, aunque solo sea un par de días a la semana, ya que el efecto en nuestro cuerpo durará cada vez más.
Imágenes | Unsplash
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