Entrenar con música es algo que cada día más gente hace. Al usar la música como un elemento liberador, motivador, es más sencillo concentrarse en el ejercicio. Sin embargo, este tipo de práctica también puede acarrear algún que otro inconveniente. Por ello hablaremos de ventajas e inconvenientes de entrenar con tu propia música.
Las ventajas de entrenar con música saltan a la vista. Por nombrar algunas de ellas, me centraré en tres que son muy destacables:
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Mejora tu concentración: Al estar aislado de distracciones del exterior, la música consigue que puedas focalizar la atención en la tarea que estás realizando; en este caso, el ejercicio.
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Aumenta la motivación: Desde siempre se ha utilizado la música para motivar, ya sea a las tropas, a los deportistas, antes de una entrevista de trabajo... Una música adecuada evoca sensaciones positivas y ayuda a mejorar el estado de ánimo. Esto es ideal para practicar ejercicio.
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Disminuye la sensación de esfuerzo: El componente motivador de la música unido a la concentración ayuda a evitar la monotonía si un ejercicio es muy repetido. La sensación de esfuerzo se ve reducida por el acompañamiento de una música adecuada.
Sin embargo, no todo son ventajas. Como todo en esta vida, existen algunos inconvenientes de entrenar con música, aunque es cierto que son bastante fáciles de solucionar simplemente teniendo un poco de ganas de superarlo:
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Puede distraerte de estímulos importantes: Es raro, pero se ven ciclistas o corredores circulando por arcenes en carreteras, cruzando pasos de peatones... Con los auriculares puestos. Sin duda la música motiva, pero concentrarte tanto en el ejercicio puede ser muy peligroso si lo haces en una zona abierta al tráfico. Qué decir de conducir una bicicleta llevando auriculares. Un riesgo elevado de sufrir un percance.
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La música puede relajarte en exceso: No es habitual, pero también se suelen ver personas más concentradas en la música (o en manejar el móvil o mp3 que utilicen para escucharla) que en hacer ejercicio. Esto sin duda no es culpa en sí de la música, sino de la escasa motivación de la persona por el ejercicio.
En particular, yo noto mucho la diferencia de hacer una actividad con música que me gusta con otra que no me agrada tanto. En concreto, haciendo ejercicio, una música que no me gusta hace que el entrenamiento me parezca más duro y repetitivo.
En definitiva, una buena música me parece un elemento clave tanto para entrenar como para otras facetas de la vida. Ayuda a aumentar la sensación de bienestar y a darnos el empujoncito extra que necesitamos para completar algunas tareas. Si eres de los pocos que no ha probado a entrenar con una música que le motive, ya estás tardando en probar la experiencia, y contarnos después.
En Vitónica | Consejos para obtener la música correcta al entrenar.
Imagen | Chris Hunkeler
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