Hace poco analizamos una de estas pulseras y llegamos a la conclusión de que las pulseras holográficas no tienen ningún efecto, en todo caso la sugestión de sentirse mejor, con más fuerza, equilibrio o flexibibles, pero en ningún caso hay estudios o datos que avalen efectos positivos de las ya famosas pulseras con holograma.
Por estas razones Facua y el Ministerio de Sanidad advierten sobre la realidad de estas pulseras. En concreto Facua ha denuncidado a la marca Power Balance por publicidad engañosa, al poner en su web: “Power balance brinda al cuerpo nuevamente un estado de armonía y equilibrio como lo tuvo antes de la contaminación por sustancias químicas, de comida rápida, la falta de ejercicios y el estrés”. Algo que evidentemente no se puede comprobar ni demostrar.
Para el Ministerio de Sanidad Power Balance también incumple el Real Decreto 1907/96, por el que se hace publicidad a productos con fines sanitarios. Otras marcas de pulseras ya han caído por publicidades más agresivas, como el caso de Ion Balance, que atribuía a su uso la cura de lesiones o luchar contra células cancerosas entre otras milagrosidades.
¿Por qué han tenido tanto éxito estas pulseras? más por el marketing brutal que han hecho que por sus efectos. Deportistas de élite, famosos, grandes personalidades e incluso miembros de la casa real llevan o han llevado la pulsera. Unos la llevan por gusto, otros porque la marca les paga, pero el caso es que en pocas semanas vimos a toda una galaxia de personalidades utilizando la pulsera e incluso hablando de sus beneficios, lo que hizo aumentar las ventas exponencialmente a la vez que alarmar a la comunidad científica.
Este ha sido el problema, que el uso de la pulsera ha ido más rápido que el análisis y crítica de la comunidad científica, que ahora se está haciendo más fuerte. No tengo nada en contra de las pulseras, pero decir que un holograma con una frecuencia almacenada interviene en la energía del cuerpo y mejora sus cualidades me parece algo más de ciencia ficción.
Solo hay que ver el enorme margen de beneficios que tiene la venta de una pulsera, que de media se vende por 35€ y fabricarla no cuesta ni un euro, sólo por eso ya uno se da cuenta que esto es más un negocio que un producto que ayuda a mejorar la salud. Eso sí, al que use la pulsera y por puro placebo le vaya mejor en su estado físico, bienvenido sea.
Vía | El País
En Vitónica | ¿Funcionan las famosas pulseras de holograma?
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