Seguro que más de una vez hemos visto en televisión algún que otro producto de la teletienda enfocado a la realización de ejercicio físico. Es cierto que son muchos los productos de que ofrecen y que pueden sernos de utilidad, pero lo que queremos analizar en este post son los mensajes confusos que debemos saber interpretar para no dejarnos llevar por promesas que luego no son reales.
Es cierto que los productos de la teletienda nos ofrecen la facilidad de cumplir una serie de necesidades que tenemos en el hogar. El método es poner las cosas lo más sencillo posible a los compradores. Esto también sucede con los aparatos deportivos, ya que gran parte de sus objetivos están puestos en el cuidado personal de la audiencia, y por ello ofrecen diferentes aparatos para realizar ejercicio en casa. La teoría es buena, pero la manera de ponerlo en práctica no es la más adecuada.
Los milagros no existen
Antes de nada es importante que tengamos los pies sobre la tierra y sepamos que los milagros no existen. A la hora de analizar este tipo de productos es lo que debe primar, y es que hay que saber que con una sola máquina no podemos conseguir resultados de escándalo, y mucho menos similares a los de los modelos que aparecen en la publicidad. En el deporte, como todo en la vida, nada se consigue de la noche a la mañana, por lo que la constancia y el trabajo es la base del resultado.
Otro punto a tener en cuenta es que con un banco de abdominales, por ejemplo, no podemos conseguir unas piernas de acero, ni unos hombros bien definidos. Este ejemplo sirve para ilustrar que habitualmente en la teletienda nos venden un trabajo completo del cuerpo con un solo producto, que está indicado para una determinada zona simplemente. Seguramente para esta parte indicada servirá, pero raramente lo hará para el resto del cuerpo.
Aparatos para tonificar
A esto hay que sumarle la intensidad y la calidad de los aparatos anunciados. Normalmente están indicados para todo tipo de público, por lo que las cargas y las intensidades no son muy elevadas. Son aparatos útiles para tonificar y acercarnos al ejercicio, pero en ningún caso para conseguir unos resultados espectaculares como los que nos quieren hacer ver que podemos conseguir con solamente unos minutos al día de trabajo.
No aptos para todos
Otro punto engañoso que hace que no sean productos demasiado indicados para todo el mundo, es su complejidad en ocasiones. Esto hace que para desarrollar los diferentes ejercicios debamos adquirir posturas arriesgadas que personas familiarizadas con el deporte pueden dominar, pero las que no lo están pueden correr el riesgo de hacerse daño o potenciar vicios que el futuro pueden pasarles factura.
Por ello es necesario que no creamos a pies juntillas todo lo que vemos por la tele, y mucho menos que pensemos que en nada de tiempo vamos a estar como los modelos utilizados en el anuncio, ya que la realidad está muy lejos de ser así.
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