La tecnología es algo que está presente en nuestras vidas a diario. Muchos son los inventos y artilugios que tenemos a nuestra disposición para hacernos la vida mucho más fácil en todos los aspectos. En infinidad de ocasiones hemos visto en Vitónica diferentes aplicaciones y programas para el móvil en los que se nos facilitará la realización de los entrenamientos, pues estos programas nos servirán para aprender a realizar un determinado movimiento de manera más sencilla. Pero, ¿son siempre tan útiles como pensamos?
Los diferentes programas que tenemos a nuestra disposición suelen ser una buena herramienta a la hora de entrenar, ya que en muchos se da una detallada mecánica para realizar correctamente los ejercicios de cada rutina de entrenamiento, cómo llevar a cabo el ejercicio, cómo hacer el movimiento... Otros programas nos permiten fijar un diario de entrenamiento con la cantidad de carga que levantamos, las repeticiones y los ejercicios que hacemos, pero no todo es bueno en torno a estos programas.
Ante todo debemos tener presente que se trata de programas informáticos totalmente impersonales a pesar de que introducimos nuestros datos a la hora de registrarnos y supuestamente la distribución de los ejercicios se hace acorde a una serie de parámetros relacionados con nuestra forma física. A pesar de esto, en muchos casos el error es alto y lo que parecía una tabla adecuada a nosotros no lo es tanto, sino que ninguno de los ejercicios es adecuado para nuestra forma física. Este riesgo es uno de los más habituales que corremos si seguimos a pies juntillas este tipo de programas. En este caso debemos tener presente que es una buena referencia, pero nunca la guía exacta y fidedigna que debemos seguir.
Otro punto a tener en cuenta sobre estas aplicaciones para móviles y pda es que pueden hacer que nos distraigamos mucho a la hora de entrenar y no nos concentremos en lo que realmente importa, que es el desarrollo correcto del ejercicio. Utilizar estos programas mientras entrenamos puede desviarnos de una correcta ejecución de la rutina, además de en muchos casos restar energía al no concentrarla al máximo en los músculos que vamos a trabajar.
También debemos tener presente que los programas no tienen en cuenta nuestro estado en esa jornada, por lo que las metas que nos fijan no podemos realizarlas en muchas ocasiones, y es que el estado de ánimo y la predisposición es fundamental, y por mucho que un programa nos ayude no nos puede alentar a seguir adelante o levantar más peso. En estos casos lo único que podemos conseguir es frustrarnos al no completar lo que nos pide el programa, cuando realmente estamos entrenando bien. Por ello es bueno que sepamos que estos programas pueden sernos de gran ayuda, pero nunca hay que supeditar los resultados de los entrenamientos a su uso.
Imagen | mihow
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