Podemos comprarnos un coche deportivo de marcas de lujo como Ferrari, pero no le sacaremos el máximo partido si lo utilizamos para ir de casa al trabajo. Eso es lo que sucede cuando un corredor inexperto compra las zapatillas del mercado con la última tecnología. No habrá ningún inconveniente en hacerlo, más allá del económico, pero no supondrá diferencias significativas con otras zapatillas mucho más baratas y sin esa última tecnología.
"Mira que zapatillas con placa de carbono me he comprado"
Los expertos de Be Urban Running explican que los corredores populares no necesitan gastar tanto dinero en una zapatilla con tecnología como la placa de carbono, ya que no le van a sacar partido alguno. Dichos expertos sitúan un límite, por poner uno, en un ritmo de cuatro minutos y medio por kilómetro en maratón o carreras de medio fondo.
Las zapatillas con placa de carbono marcaron un antes y un después en los corredores de élite. De hecho, llegó a considerarse este tipo de zapatillas como algo cercano al dopaje, ya que mejoraban significativamente el rendimiento con respecto a otras zapatillas que no incluían esta tecnología.
Hoy en día, todos los atletas de élite incluyen placa de carbono en su mediasuela. La explicación es que estas zapatillas dan una increíble energía reactiva en cada zancada. Cuando nosotros corremos, lo ideal es aprovechar la energía de la zancada anterior a modo de muelle para propulsarnos en la zancada siguiente.
Eso permite correr más rápido y desgastarnos menos. Sin embargo, un corredor popular que corre lento no aprovechará esta tecnología, y además, tendrá que gastar mucho más dinero en zapatillas, primero por su precio mucho más elevado, y segundo porque pierden las propiedades mucho antes que las demás, lo que hace que tenga que comprar unas nuevas zapatillas pronto.
Más caro no siempre es lo mejor para nosotros
Cuando vamos a una tienda deportiva, encontramos calzado por apenas 25€ y otras zapatillas por mucho más de 200€. La diferencia es la tecnología que lleva incorporada, y la marca, que es lógico que tengamos que pagarla. Tendemos a pensar que las zapatillas más caras serán mejores que las baratas, y en parte suele ser así, pero dependerá de nuestro nivel.
Ocurre lo mismo en todos los deportes. Una pala de pádel puede costar tanto como quieras, pero de poco nos servirá que sea más o menos rugosa si no sabemos cortar la bola, ni que tenga un tipo de material óptimo para el smash si no sabemos realizar ese remate.
En cualquier caso, la diferencia será simplemente económica. Una pala de pádel de gama alta, al igual que las zapatillas con la última tecnología del mercado, tendrán mejores cualidades que sus homónimas más baratas. La pregunta es si realmente nosotros vamos a aprovecharlas o no.
Imágenes | Malik Skydsgaard (Unsplash), Kristian Egelund (Unsplash), Rob Wilson (Unsplash)
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