Igual muchos de vosotros no sabéis que en la montaña no todo es esquí o snowboard. El Telemark es una técnica de esquí que surgió hace un par de siglos de manos de Sondre Norheim (padre del esquí moderno) y que se caracteriza en que el talón no está fijado al esquí, por lo que se esquía con el centro de gravedad más bajo, casi de rodillas cuando se hacen los giros.
La técnica del Telemark no se hizo popular y ampliamente practicable hasta los años 70, en los que los esquiadores más experimentados se dan cuenta de la gran libertad de movimientos que proporciona esta técnica y lo excitante de su dificultad y posiciones a adoptar para girar.
El telmark se puede realizar con esquís tradicionales, aunque es recomendable hacerlo con específicos de telemark, que son más blandos. Como el talón no está fijo, no se puede realizar tanta presión sobre el esquí a la hora del giro y por eso es mejor un esquí más blando. La fijación y bota también son específicas para esta técnica.
Con esta libertad de movimiento se puede llevar un esquí por delante del otro a la hora de girar, ampliando muchísimo las posibilidades del giro y como el centro de gravedad está más bajo se está más cerca de la nieve y la visión de la montaña es muy diferente al esquí normal.
Una ventaja de practicar el telemark es que si te gusta realizar esquí de travesía el equipamiento ya lo tienes, incluso si te gusta salir fuera de pista (algo no muy aconsejable a no se que domines bien) lo tienes más fácil que con las fijaciones tradicionales.
Si eres novato en esto del esquí es recomendable primero aprender con un esquí tradicional y cuando se domina pasar al telemark, ya que la técnica es más difícil pero por lo que cuentan los practicantes, muy gratificante. ¿te atreves?
Vía | hoySport