Desde Vitónica difundimos los beneficios del ejercicio físico para mejora de la salud de todas las personas, pues, adaptando el tipo de ejercicio y los parámetros, se puede conseguir que sea beneficioso para personas de todas las edades y condiciones.
En el caso de los adultos mayores con múltiples patologías, como las personas que son usuarios de instituciones como residencias de mayores o unidades de estancia diurna, las limitaciones físicas están a la orden del día; sin embargo, el ejercicio físico sigue siendo su gran aliado para la mejora de la calidad de vida.
Beneficios del ejercicio físico en las personas mayores con limitaciones
En caso de personas mayores, con problemas como artrosis, dolores crónicos, varias patologías, diversas medicaciones... Tenemos que tener presente que el ejercicio físico es un tratamiento válido, necesario, recomendado, y que es la primera opción en muchos casos para conseguir mejoras (no es un lujo, no es una opción "extra").
El ejercicio físico ayuda en problemas osteoarticulares como la artrosis.
Mejora la capacidad de movimiento y la autonomía.
Ayuda de forma eficaz en problemas agudos, como el dolor lumbar.
Reduce dolores crónicos de distinto tipo.
Reduce el riesgo de caídas. En caso de producirse una caída, las consecuencias son menores y la supervivencia es mejor.
Mejora el autoconcepto, la autoestima, potencia las relaciones sociales...
Ayuda al mantennimoento de capacidades mentales.
¿Qué tipo de ejercicio es beneficioso para las personas mayores?
Para el caso que comentamos (adultos mayores con limitaciones/problemas de salud) el ejercicio debe ser adaptado, y realizado por profesionales (fisioterapeutas). El comienzo será el ejercicio pasivo, si la persona no puede colaborar, o pasivo asistido (con cierta colaboración), por ejemplo, si la persona está encamada por una enfermedad o lesión.
Hay que tener en cuenta que la inmovilidad perjudica mucho a las personas mayores. A los pocos días, o semanas de inmovilidad, las pérdidas de fuerza y capacidad de movimiento son muy evidentes. Por ello el ejercicio debe ser precoz y frecuente.
En caso de problemas de salud (diabetes, problemas cardiovasculares, artrosis, dolores crónicos...). Habrá que adaptar el ejercicio, pero debe incluir pautas activas. Además de caminar, ejercicios como bicicleta estática y otras actividades aeróbicas son útiles para mejorar la función cardiovascular y trabajar también fuerza, movilidad, coordinación...
Los ejercicios de fuerza han demostrado ser útiles para mejorar la calidad de vida de los adultos mayores. Os invito a recordar este artículo y ver el vídeo donde mostraba algunos beneficios del entrenamiento de fuerza en adultos mayores institucionalizados en un centro residencial.
La actividad terapéutica en piscina puede ser muy útil para personas con problemas de movilidad. También en recuperación de lesiones u operaciones de cadera o rodilla, para entrenamiento progresivo de la marcha.
Ejercicios como el baile también se utilizan para trabajar distintos aspectos a la vez: autoestima, interacción social y trabajar equilibrio, coordinación y otras habilidades que reducen el riesgo de caída.
En definitiva, las personas mayores, aunque tengan problemas físicos, cognitivos, de su estado de salud orgánica... Son un sector que se beneficia enormemente de un programa de ejercicio físico adaptado.
Repito: no es un lujo o un extra. El ejercicio es un tratamiento de elección para mejorar o reducir el impacto de diversos problemas que afectan a estas poblaciones que se encuentran en centros residenciales, por lo que debe integrarse siempre en el resto de tratamientos que reciban estas personas.
En Vitónica | El ejercicio: la medicina del futuro ya la tenemos hoy
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