El término pubalgia hace referencia a un dolor en la zona del pubis, que es la parte anterior de la pelvis. En esta zona, existe una transición de cargas ya que se insertan tanto los abdominales como la musculatura de las piernas, principalmente los abductores.
Así lo explica María Plaza, fisioterapeuta, quien sostiene que cuando hacemos unos gestos que implican mucha fuerza en la parte de las piernas, y sin que haya suficiente fuerza en la parte abdominal, generalmente la tensión que producen los abductores desde la parte baja del pubis es mucho más alta que la resistencia que mantiene la parte abdominal (insertada en la parte anterior del pubis).
"Esto al final genera ese desequilibrio que acaba provocando una inflamación en la inserción de los abductores y desencadenando la famosa pubalgia o dolor en la zona del pubis", asegura Plaza.
Por esa razón, la experta nos cuenta que se asocia mucho a deportes como por ejemplo el fútbol, ya que hay una gran implicación del tronco inferior del cuerpo sin que haya tanta implicación en la parte alta.
"Hoy en día esto pasa mucho menos. Antes, había miles de lesiones de futbolistas a causa de la pubalgia. Ahora, como existe un buen trabajo compensatorio y los futbolistas trabajan muy bien la fuerza y realizan el trabajo correspondiente en la zona abdominal para evitar esta descompensación entre abductores y abdominales", añade Plaza.
Como añadido, cabe recordar que la pubalgia también es una de las condiciones que aparecen generalmente en el último trimestre en muchos embarazos.
Cómo evitarlo
La fisioterapeuta nos anima a protegernos compensando ese trabajo abductor con unos abdominales fuertes: "Es decir, con un trabajo funcional que implique el fortalecimiento de todo lo que es la faja abdominal y el tronco en general para prevenir este tipo de lesiones".
"Esta rutina tiene como objetivo evitar la aparición del dolor, tanto si no lo has sufrido nunca como si has tenido episodios anteriores", concluye. La experta nos recomienda, en el caso de tener dolor en la actualidad, acudir a tu fisioterapeuta para que valore correctamente tu situación y llevar a cabo un tratamiento adaptado a tus necesidades y tu estado físico.
Imágenes | Unsplash