En infinidad de ocasiones hemos hablado de la importancia que la ingesta de ácidos grasos tiene para el correcto funcionamiento del organismo, y es que existen grupos de ácidos grasos beneficiosos totalmente. Por ello en este post queremos detenernos en ellos y realizar una guía completa para que cuidemos nuestra salud sin desterrar las grasas por completo de la alimentación, ya que existen grasas beneficiosas que no podemos pasar por alto. Por ello queremos dar algunos apuntes sobre las grasas a tener en cuenta.
Grasas trans
En primer lugar nos vamos a detener en las grasas consideradas como trans. Se trata de ácidos grasos hidrogenados que se utilizan mucho en margarinas vegetales, bollería industrial, en algunos restaurantes… Su poder saborizante es elevado, pero no es un tipo de ácido graso beneficioso para el organismo, ya que nos ayudan a generar colesterol perjudicial para la salud. Por ello debemos evitar en la medida de lo posible este tipo de grasas, pues serán más perjudiciales que beneficiosas para la salud.
Ácidos grasos beneficiosos
Por otro lado es importante destacar los ácidos grasos más beneficiosos como las mono-insaturadas y las poli-insaturadas, que se encuentran en algunos vegetales como las aceitunas, los aguacates, frutos secos o pescados. De este último alimento vamos a resaltar el aporte de grasas omega-3 que nos aportan y que nos ayudarán a mejorar el sistema circulatorio y evitar enfermedades cardiacas, además de ser una buena manera, e incluso la mejor de consumir ácidos grasos.
Estar atento a la información de las etiquetas
Otro apunte sobre las grasas es estar informados en todo momento de lo que nos vamos a llevar a la boca, ya que es necesario que sepamos el tipo de grasas que contiene un determinado alimento. Por ello las etiquetas serán una gran ayuda, ya que en ellas sabremos detectar el tipo de grasas y sabremos si son o no beneficiosas. Por ello es necesario que estemos al tanto de este dato para seguir una alimentación rica.
Grasas saturadas
Las grasas saturadas son otra variedad y normalmente proceden de alimentos animales, ya que son un tipo de grasa procesado por un animal que nosotros ya no podemos procesar, como sucede con las mono-insaturadas o poli-insaturadas. En este caso es mejor reducir su ingesta, aunque es necesario que consumamos al menos una pequeña cantidad de las mismas, pero limitar su consumo al máximo nos ayudará a mejorar nuestra salud enormemente. Sustituirlas por grasas de origen vegetal es la mejor solución.
No descartar las grasas de la dieta
Es importante tener estos puntos en cuenta y no descartar las grasas de la alimentación. Lo importante es saber elegir las más beneficiosas para el organismo, ya que son necesarias para hacer que nuestro metabolismo funcione con total normalidad. Desechar las grasas de la dieta puede traer consigo consecuencias a largo plazo, sobre todo a la hora de conseguir una correcta asimilación y uso de las mismas.
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