Las grasas en la dieta habitual son indispensables para el organismo. Sin embargo, el efecto sobre la salud depende en gran medida del tipo de lípidos que incorporamos a nuestros platos. Así, te contamos todos los efectos negativos de las grasas trans, que fundamentan que las evitemos en la dieta diaria.
Qué son y dónde se encuentran las grasas trans
Las grasas trans son un tipo de grasas ampliamente extendido en alimentos de origen industrial, aunque también se hacen presentan en forma natural en una mínima cantidad de alimentos, de origen animal.
Constituyen uno de los grandes enemigos para la salud de nuestro organismo, que formar parte de nuestra dieta sin que nos demos cuenta.
A nivel industrial, se trata de grasas que alargan la vida útil de un alimento y que siendo de origen vegetal, permanecen sólidas a temperatura ambiente. De esta forma, contribuyen de manera económica a las características de un producto, generalmente ultraprocesado.
Entre las principales fuentes de grasas trans para el organismo encontramos los alimentos fritos, las margarinas, las barritas de cereales, los cereales de desayuno, la bollería industrial, las galletas, los snacks comerciales y otros que recomendamos evitar para reducir al máximo la ingesta de este tipo de lípidos perjudiciales para la salud.
Los efectos negativos de las grasas trans
Sabemos que las grasas trans son de las peores nutrientes que podemos sumar a nuestra dieta y así, se recomienda no superar el 1% de las calorías diarias o que su consumo sea lo más bajo posible.
Esto se debe a que en el organismo, pueden favorecer la presencia de dislipemias debido a que elevan el colesterol malo y reducen el colesterol HDL o bueno, contribuyendo así a desarrollar factores de riesgo cardiovascular.
Asimismo, se ha asociado el consumo de grasas trans con mayor riesgo de sufrir aumento de peso y de padecer obesidad, incrementando entre otras cosas la adiposidad abdominal que puede inducir cambios metabólicos que conducen a enfermedades como diabetes o hipertensión arterial.
A diferencia de los ácidos grasos omega 3, las grasas trans tienen un poder oxidativo e inflamatorio en nuestro cuerpo, que puede incrementar el riesgo de sufrir enfermedades degenerativas y metabólicas diversas. Por ello, se las han asociado a mayor incidencia de Alzehimer, de cáncer de mama y de enfermedades cardiovasculares.
Estos son todos los efectos negativos de la grasas trans sobre la salud, que fundamentan que las evitemos en la dieta diaria y que incluyamos, en su reemplazo, grasas insaturadas a la mesa habitual.
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