Si existe un alimento demonizado ese es el pan. En los últimos tiempos se le ha acusado de todos los males de la ganancia de peso. Pero nosotros en este post nos queremos detener en los diferentes tipos de pan que tenemos a nuestro alcance y en la utilidad que tendrán dependiendo de lo que vayamos a realizar a continuación.
Seguro que la gran mayoría de nosotros conoce diferentes tipos de pan por su nombre, textura, sabor, consistencia… Pero a nosotros lo que nos debe interesar realmente es de qué están hechos y cómo los podemos utilizar o cuál es el mejor momento para consumirlos. En este post nos vamos a detener en esto y sobre todo vamos a diferenciar el tipo de pan en dos grandes grupos, el que nos aporta hidratos simples y el que nos aporta hidratos complejos.
Los hidratos de carbono son los nutrientes de donde nuestro organismo consigue la energía para funcionar. Pero pueden ser muy distintos dependiendo de cómo estén elaborados. En primer lugar nos vamos a detener en los hidratos de carbono simples. Se obtienen a partir de harinas refinadas, es decir, en su elaboración se han eliminado partes como la cáscara o el germen del cereal. Simplemente es harina sencilla que el organismo procesa rápidamente y por lo tanto es mucho más efectiva y rápida esa energía que vamos a obtener.
Pan proveniente de harinas refinadas
Con las harinas refinadas conseguiremos energía rápida, ya que al ser asimiladas fácilmente por el organismo los índices de glucemia aumentarán rápidamente. Esto es muy bueno si vamos a realizar una actividad física inminentemente, ya que nos aportará energía explosiva e inmediata que nos ayudará a afrontar el esfuerzo. Pero si por el contrario no realizaremos ejercicio es mejor no consumir este tipo de hidratos, pues si no consumimos esa glucosa el cuerpo tenderá a acumularla en forma de grasa.
Entre los tipos de pan que nos aportan hidratos simples está el normal que encontramos en cualquier panadería, las masas de pizza tradicionales, empanadas, hojaldre, pasta normal, torta de aceite…
Pan proveniente de harinas complejas
Por otro lado tenemos el grupo de los hidratos de carbono complejos que están elaborados con todas las partes del cereal. Este tipo de harinas es más difícil de asimilar por el organismo, lo que genera una eliminación lenta de hidratos de carbono. Es una buena manera de mantener unos niveles de glucosa estables que nos aportarán energía durante más tiempo. Es cierto que si necesitamos energía explosiva para el momento no la obtendremos, ya que la asimilación de los mismos es más lenta.
Este tipo de hidratos son más recomendables para evitar el hambre a lo largo de la jornada. Por ello es muy recomendable su consumo por la mañana en el desayuno, así como por la tarde, noche, para tener energía por la noche, ya que el cuerpo necesitará de ella para realizar sus funciones vitales y evitar levantarnos cansados.
Entre los tipos de pan que nos aportarán este tipo de cereales destacaremos todos los integrales, los de centeno, salvado de avena, espelta… Este tipo de panes los podemos encontrar casi siempre en panaderías especializadas, ya que suelen ser más caros y no los tienen en todas las panaderías. A esto debemos sumarle las pastas integrales que también nos aportarán este tipo de energía. A esto hay que sumar la fibra que nos darán y que nos ayudará a mantener el organismo depurado.
Imagen | bathyporeia Imagen 2 | Rik Lomas Imagen 3 | Ibán
Ver 2 comentarios