En nuestra búsqueda de la salud, no podemos olvidarnos de la boca, ya que se puede convertir en una fuente constante de infecciones que nos perjudiquen deportivamente.
A la agradable temperatura de 36ºC, con una humedad constante y una fuente permanente de nutrientes, la boca es una especie de paraíso tropical para los microorganismos. Veamos que consecuencias puede tener esto para el rendimiento deportivo.
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La caries es consecuencia del efecto corrosivo de los ácidos producidos por las bacterias, que forman parte de la flora microbiana de la boca, al degradar los azúcares procedentes de los alimentos.
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Para evitar su desarrollo es recomendable limitar el consumo de azúcar y alimentos dulces o golosinas de todo tipo, especialmente los que tienen una consistencia dura o elástica y pueden adherirse con más facilidad a los dientes.
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Está comprobado científicamente que muchas lesiones articulares y musculares son consecuencia de focos infecciosos dentarios.
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En medicina se entiende por foco al centro principal de una enfermedad (generalmente infecciosa) a partir del cual se originan en zonas distantes eventuales alteraciones, provocando una patología. Este sería el principio que justifica una revisión de la boca ante una lesión rebelde.
