Seguramente que la mayoría de nosotros ha tenido alguna vez malestar en la zona del cuello. La tortícolis es algo más habitual de lo que pensamos, y es la traducción de una acumulación de tensión en esta parte del cuerpo.
En la mayoría de los casos esta zona suele ser más débil que otras partes, y es que el cuello está formado por una serie de pequeños músculos y tendones que le dan la gran movilidad que posee y que a la vez son los encargados de proteger la zona cervical de la columna vertebral. A lo largo del día el cuello realiza infinidad de movimientos y sus músculos aguantan una presión exagerada, ya que normalmente las posturas forzadas del día a día acaban repercutiendo sobre esta parte de nuestra anatomía.
La acumulación de tensión sobre el cuello se debe a las malas posturas y la constante utilización de los músculos que forman esta parte del cuerpo, concretamente la zona cervical que es la que más afectada se suele ver por esta acumulación. Esto puede hacer que tengamos demasiada rigidez en los músculos del cuello que acabarán perdiendo parte de su flexibilidad y desembocando en una lesión.
Desde luego que la salud de un músculo se ve determinada por el grado de flexibilidad que este tenga, es decir, la situación óptima del músculo para ser totalmente flexible es que esté libre de sobrecargas que se traducen en rigidez y falta de movilidad. Un músculo rígido deja de desempeñar correctamente sus funciones, y es que no está del todo sano, sino que tiene un estado que no es el óptimo para su buen funcionamiento.
Es importante que evitemos que los músculos del cuello se endurezcan y pierdan su flexibilidad. Debemos tener en cuenta que un músculo sano y libre de tensiones rendirá mucho más que otro que no se encuentra en este estado. Para ello tenemos que concienciarnos de la importancia de mantener unos músculos jóvenes y bien trabajados. Por esto no solamente sirve con entrenarlos, sino que hay que saber aliviarlos de la presión y relajarlos.
El masaje es una de las mejores formas de aliviar la tensión y soltar los músculos, pero nosotros podemos contribuir día a día a mejorar la salud de esta parte del cuerpo. Para ello es importante que los estiramientos de cuello se conviertan en fundamentales. Con estos ejercicios conseguiremos eliminar las tensiones y evitar la rigidez muscular que provoca lesiones. Además, activaremos el riego sanguíneo y la oxigenación de las células que componen el músculo para mantenerlas con un riego óptimo y una funcionalidad adecuada para poder llevar a cabo cualquier tipo de actividad.
Los estiramientos los debemos realizar todos los días, pues la parte del cuello está presente en la mayoría de los ejercicios que realizamos en el gimnasio, así como en la mayoría de actividades que llevamos a cabo en el día a día. La forma de estirar debe ser siempre lenta y pausada, manteniendo una respiración constante pues el estiramiento debe ser una forma de relajar el músculo.
Imagen | SXC
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