El mar nos ofrece infinidad de tesoros alimenticios que además de alegrarnos el paladar con su sabor nos brindan numerosos beneficios nutricionales. Un claro ejemplo de esto son los mejillones, un molusco que está a nuestra disposición todo el año
Existen numerosos tipos de mejillones dependiendo de la forma de su concha, pero todos ellos tienen una cosa en común, y es que son una buena fuente de proteínas marinas de alta calidad. El mejillón es uno de los moluscos más apreciados y utilizados en cocina. Pero no solamente se componen de proteínas, sino que son un buen cóctail de nutrientes que nos ofrecerá un sinfín de propiedades y beneficios que no debemos pasar por alto.
El mejillón es uno de los alimentos más odiados o queridos por todos, ya que tiene sus detractores en cuanto a sabor se refiere y sus fieles seguidores que lo defienden a capa y espada. A pesar de todo no debemos pasar por alto lo nutritivos y recomendables que son, principalmente por su alto contenido en proteínas, necesarias para mantener alimentadas nuestras fibras musculares y conseguir, en el caso de los deportistas, un buen desarrollo muscular.
Los mejillones, como todos los productos procedentes del mar, están compuestos en su mayoría de agua, por lo que tienen un bajo contenido en grasas y calorías, siendo unos alimentos muy recomendados en dietas de adelgazamiento y control de peso, pues solamente contienen una media de 67 calorías por cada 100 gramos de producto, una cantidad que los convierte en un alimento muy ligero.
Como buenos hijos del mar, los mejillones son todo un compendio de minerales necesarios para el organismo. Es destacable su alto contenido en yodo, un mineral necesario para el buen funcionamiento del metabolismo, ya que es importante que mantengamos en buenas condiciones la glándula tiroides, reguladora del metabolismo. Pero además nos brinda grandes dosis de hierro, concretamente contiene 4,5 gramos por cada 100, más que muchas carnes consideradas ricas en este mineral.
El aporte mineral de los mejillones no termina aquí, ya que además son destacables las altas dosis de calcio, sodio, fósforo y magnesio. Pero no solamente los minerales son unos de los nutrientes destacables de los mejillones, sino que también encontramos altas dosis de vitamina E, importante para mantener unos tejidos corporales en perfectas condiciones. La presencia de vitaminas del grupo B es también destacable, convirtiéndolos en un alimento muy beneficioso.
Es importante que a partir de ahora consumamos mejillones y los miremos de otra manera, ya que se trata de un plato barato, sencillo de preparar y que está a nuestra disposición todo el año en cualquier pescadería o marisquería. Eso sí, es importante consumirlo fresco para evitar infecciones y trastornos digestivos.
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