La Navidad ya está aquí y para muchos es una fecha en la que poder pasar tiempo con la familia y compartir con los seres más queridos, pero a muchos les da pánico porque estas fechas significan engordar unos kilos a causa de los excesos que se llevan a cabo a nivel alimenticio. Dentro de estos excesos uno de los peores es el abuso del alcohol. Decimos peores porque sin apenas darnos cuenta lo que hacemos es beber demasiado alcohol, algo que va en contra del mantenimiento de unos abdominales perfectos y un vientre plano y bien definido.
Casi todas las celebraciones navideñas están acompañadas de alcohol en grandes cantidades, y es que esta época del año es un momento en el que el abuso de este tipo de bebidas se hace patente. Esto es un enemigo total de nuestros abdominales, ya que el abuso o la ingesta habitual de este tipo de bebidas es un enemigo directo a un abdomen definido. Nosotros en esta ocasión nos vamos a detener en el porqué de esto y en cómo podemos evitar la ingesta masiva de alcohol en estas fiestas que se acercan y que tanto mal puede acabar haciendo a nuestra línea.
Naturaleza del alcohol
Ante todo es importante que comprendamos la naturaleza del alcohol, ya que produce de la fermentación de sustancias de origen natural como cereales, caña de azúcar… Esto hace que las concentraciones de azúcares en las bebidas alcohólicas sean elevadas, aportando a nuestro cuerpo una serie de calorías vacías que lo único que hacemos es tender a acumularlas en forma de grasa si no las quemamos antes a través de una actividad elevada. Es cierto que el metabolismo de cada persona ocupa un papel importante en la asimilación del alcohol, pero por norma general la tendencia es a convertirse en grasa si no se queman estas calorías.
El acetato
Pero no solo debemos temer las altas cantidades de calorías vacías que nos aporta el alcohol, sino que el alcohol en sí tiene una serie de efectos en nuestro organismo. Para empezar debemos tener claro que este tipo de bebidas se asimilan a través del hígado que es quien las depura y filtra. En este proceso se libera una sustancia conocida como acetato, además de las calorías propias de la cantidad de azúcares que contienen este tipo de bebidas. El acetato es uno de los principales problemas que el alcohol presenta a la hora de conseguir un vientre plano y tonificado.
La manera que tiene el organismo de asimilar el acetato es utilizándolo para obtener energía en lugar de la glucosa. De este modo lo que hace el organismo es quemar este acetato en vez de la glucosa que pasa a acumularse en forma de grasa. Ni qué decir tiene que al suceder esto el organismo nunca echará mano de las reservas de grasa para obtener energía. Esto, siempre y cuando la ingesta de alcohol sea habitual, puede traer consigo una atrofia y pérdida del sistema habitual de quema de grasa para obtener energía que el organismo tiene.
Si nos fundamos en esto nos daremos cuenta que el alcohol es un enemigo directo cuando lo que queremos es la disminución de los niveles de grasa corporal y el crecimiento muscular constante y saludable. En el caso de los abdominales es donde más se notará, ya que es la parte en la que el cuerpo tiende a cumular el exceso de grasa que acumula. Por ello, y para evitarlo es mejor llevarnos a la boca esta Navidad otro tipo de bebidas o echas mano de aquellas más bajas en alcohol como ponche, zumos, refrescos… Desde luego que el mejor aliado para conseguir un vientre plano es el agua o cualquier tipo de infusión.
Imagen | sculpture grrrl
Ver 5 comentarios