Las plataformas vibratorias son una de las ultimas incorporaciones de alta tecnología al gimnasio. Desde hace un tiempo hasta ahora, se han apoderado de muchos metros cuadrados en muchos gimnasios y hogares españoles.
Pero el tema de este artículo es hablar de lo que la ciencia opina sobre las plataformas vibratorias y la fuerza. Pero para ello hay que entender como funcionan. El uso de estas máquinas es sencillo, la persona se coloca en la plataforma que vibra a altas frecuencias, las cuales desencadenan miles de reflejos de estiramiento que producen pequeñas contracciones musculares.
Realizar sentadillas, flexiones u otro tipo de ejercicio en una máquina vibratoria combina los estímulos de los ejercicios con los añadidos por las vibraciones. Científicos suecos revisaron una gran cantidad de estudios sobre las vibraciones y el entrenamiento de fuerza y encontraron que la mayoría de las investigaciones demostraban que no funciona.
El entrenamiento con pesas provoca incrementos en la concentración de hormonas anabólicas, como la testosterona o el IGF-1 (factor de crecimiento tipo insulínico), que produce hipertrofia muscular y ganancias de fuerza. Sin embargo, investigadores del Reino Unido no pudieron demostrar ningún cambio en hormonas anabólicas con el entrenamiento de vibraciones.
La conclusión era de esperar, este tipo de tecnología no es para nada tan efectiva como el entrenamiento con cargas. Es posible que puedan resultar beneficiosas en otros ámbitos y facetas pero no en el de la ganancia de fuerza.
No obstante, para los que estén interesados, debéis informaros antes de comprar este tipo de equipamiento, ya que gran cantidad de compañías tienen diseños realmente nefastos y contraproducentes. Si decides gastarte el dinero en esto, que sea en una buena marca, como por ejemplo Power Plate.
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