Al gimnasio asisten muchas personas con diferentes intereses y características, quizá por eso, al momento de compartir un mismo lugar pueden surgir en nosotros pensamientos o ideas negativas que pueden desanimarnos en el gimnasio y que por ello, debemos erradicarlos.
Después de todo, cuando compartimos una habitación en la cual entrenamos con muchas personas inicialmente extrañas para nosotros, es de esperar que surjan los siguientes pensamientos que debemos desechar de nuestra cabeza para no desanimarnos y progresar con el ejercicio:
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“Todos están en mejor estado que yo”: aunque es algo que podemos pensar, no siempre lo podemos confirmar, pues a simple vista no se puede hablar del estado de salud o de la forma física de una persona. Además, debemos comprender que todos comenzamos alguna vez y hasta sumergirnos en un entrenamiento con fines específicos no logramos superar nuestros propios errores cada día con la experiencia. No dejes que los gestos o la apariencia física de los demás condicione tu actividad.
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“No tengo idea lo que estoy haciendo”: todos cuando queremos aprender algo partimos de no saber nada, por ello, si tu desafío es iniciarte en una sesión de yoga y no conoces al respecto, no dejes que la falta de conocimiento te invalide, sino úsalo a tu favor para recibir experiencias, abrir los oídos y seguir los consejos de aquellos que más saben. No te desanimes, todos empezamos sabiendo “nada”.
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“No coordino, soy muy torpe”: la coordinación también se entrena y mejora con el día a día, por eso, compararnos con el resto si no conocemos los movimientos que debemos hacer o la técnica de un baile o de determinado ejercicio, no podemos hablar de torpeza, sino que sólo falta conocimiento, asesoría y práctica. La paciencia en este caso puede ser la mejor arma, por eso, no te desanimes con este pensamiento, simplemente piensa que el aprendizaje se logra en el tiempo.
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“Esto no es para mi”: lejos de desanimarte, esto puede ser un indicador válido para tí. No todas las personas somos aptas para jugar fútbol o para danzar con movimientos técnicos, por ello, mejor buscar una actividad en la cual experimentemos comodidad, veamos progreso y disfrutemos al hacerlo. Eso sí, no tomemos decisiones apresuradas, como hemos dicho antes, todo es cuestión de aprendizaje y paciencia.
Estos pensamientos que pueden desanimarnos en el gimnasio suelen aparecer en los primeros días de actividad, por eso, debemos erradicarlos con fundamento si queremos dejar de ser principiantes y ubicarnos en la posición que creemos, ocupan el resto.
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Imagen | Prayitno y istolethev
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xitorres
Es curioso como la primera vez que vas a un gimnasio, máxime si no estas en buena forma, pareces ser el centro de todas las miradas; pero una vez llevas un par de semanas y sabes perfectamente tu rutina, estas tan concentrado en los ejercicios y el tiempo que ya no sientes esa sensación de que te miran, al revés, te das cuenta de que todos van a su aire.
Eso sí, cuando va un novato se le nota, porque mira mucho a los demás dudando de si a su vez le están mirando a él.
Es lo malo de las primeras veces, que desconocemos que si nos miran es, o porque estamos haciendo mal el ejercicio, o porque no saben hacerlo y están fijándose en cómo lo hacemos nosotros, pero nunca para valorar si estamos levantando mucho peso, o si estamos gordos o no.
zeioth
En el gimnasio y casi me atreveria a decir que en cualquier aspecto de la vida! Lo primero para hacer bien una actividad sea cual sea es encontrar una motivacion.
Juancamina
Muy interesante Gabriela. Yo arranqué (como todos !) de cero. Mirando hacia atrás coincido totalmente contigo. Paciencia, buenos instructores en conocimiento y como personas, obediencia en la rutina planteada, ubicación en la capacidad de cada uno sin pretender ser o parecer lo que no se puede, y constancia, ser prolijito en la asistencia. El resultado será bueno, las mejoras físicas y ópticas también y la confianza en uno mismo como el conocimiento de los límites de cada ejercicio nos darán solvencia y reconocimiento de los demás. Un abrazo lindo artículo Juanca.
Earl Hickey
Yo llevaba fatal los descansos entre series, un aburrimiento, unos bostezos... Ya luego me acostumbre a tomarme un café solo antes de ir a tirar, y tambien me servía llevar una radio con auriculares y escuchar algun programa interesante jaj
darrufat
El problema que tenia yo, es que iba al gimnasio para tratar de reducir el % de grasa, y tras un par de meses veía que... engordaba!! Por lo que terminaba por desanimar-me y entonces hacia dieta hasta recuperar el peso, volvía a ir, y así sin parar...
Al final me compré una báscula de esas que te dan el % de grasa y al final me creí que subía de peso por el simple hecho de que el músculo pesa más que la grasa =).
auroris
Yo voy al gym con este pensamiento: 'me importa un comino si otros me miran, esto lo hago por mi, me entretiene y distrae y estoy escuchando mi musica favorita en mi propio mundo' jejejeje! :-) y de verdad me funciona, me inscribi al gym porque estoy pasada de peso y necesito hacer algo al respecto, asi que me pongo alguna polera suelta de mi esposo y unos pantalones comodos para el gym y mi ipod y listo, si los demas, ni me entero, estoy tan metida en mi musica y en mi rutina que ni me doy cuenta :-)
electronicsounds
Yo llevo unos años de pesas y al menos por mi puedo decir que una cara nueva en el gym no es mas que eso, una cara nueva. Cada uno vamos a lo nuestro, a despachar el entreno y volver a casa.
Y consejo, si creeis estar haciendo algo mal no dudeis en preguntar a alguien que veais mas experimentado, nadie se come a nadie y lo mejor que puede pasar es que encontreis a alguien con quien entrenar, que rindes mejor que yendo solo diria yo.