A nuestra disposición tenemos en la red, en revistas, televisión y demás una gran cantidad de información sobre temas de salud que lejos de ayudar, puede confundirnos y perjudicarnos. Como si fuera poco, muchas veces los titulares y los mensajes que recibimos resultan incorrectos y desinforman más que informan, por ello, un proyecto de la Universitat Pompeu Fabra brinda claves para ser críticos al momento de interpretar mensajes de salud y nutrición.
Aprende a leer de manera adecuada los mensajes
Titulares como "la cerveza es sana después del ejercicio" o "el vino reemplaza al deporte" son algunos de los muchos ejemplos que pueden llegar a confundir, crear falsas ideas y llevar por mal camino a quien los lee.
Muchos estudios se mencionan pero no se enlazan o no son de fiar como pensamos. Otros artículos mencionan profesionales de la salud para respaldar sus comentarios o bien generalizan resultados de estudios cuando esto es un verdadero error.
Para que esto no nos suceda con frecuencia, el proyecto Nutrimedia de la UPF nos acerca algunas claves que pueden ayudarnos y que nos parece adecuado compartir. Toma nota:
- Nunca se quede con el titular, y no se deje impresionar por titulares esperanzadores o atemorizantes, sino que ante mensajes muy atractivos debemos ser escépticos.
- Las anécdotas o experiencias personales no son pruebas científicas y no son generalizables, es decir, si el fundamento para seguir una dieta es la experiencia positiva de una persona (o dos), éste no es válido ni debemos considerarlo. Cada persona es diferente y nunca es suficiente un ejemplo personal, ni aun cuando se trate de una reconocida estrella del espectáculo.
- Lo último y más nuevo no siempre es mejor, pues los estudios con frecuencia son innovadores pero ello no significa que sus resultados novedosos y originales sirvan de fundamento para un nuevo método para adelgazar o para curar la diabetes, sino que muchas veces lo preexistente es más recomendable. Asimismo, titulares como "lo último para perder peso" siempre resultan atractivos pero con frecuencia son infundados.
- La opinión de los expertos no siempre es correcta, es decir, que porque un médico, un nutricionista o un fisioterapeuta recomiende algo no significa que es la mejor opción que tenemos ni tampoco que es una alternativa fundamentada científicamente.
- Los resultados de los estudios pueden no ser válidos para nosotros, por eso la generalización a la que acuden muchos medios puede confundirnos y equivocarnos. Muchas veces los estudios son realizados en diferentes grupos etáreos o con condiciones diferentes, así como también pueden ser investigaciones de tamaño reducido o sesgados cuyos resultados no son aplicables a nosotros.
Estas y otras claves más del proyecto Nutrimedia pueden ayudarnos a interpretar adecuadamente y siendo críticos mensajes sobre salud que encontramos a nuestra disposición en diferentes medios.
Siempre es conveniente además de observar en detalle las palabras usadas y los estudios citados por los narradores, tener sentido común y pensar que no hay alimentos que matan ni dietas milagrosas, como así tampoco hay que mirar sólo un aspecto de nuestros hábitos sino que tanto dieta como estilo de vida se deben observar en conjunto, como un todo.
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