España no es precisamente uno de los países punteros en el tema de donación de sangre, pero si nos paramos a desglosar el perfil del donante, el deportista es el que menos sangre dona. El donar sangre por parte de un deportista no tiene que suponer una pérdida de rendimiento, incluso todo lo contrario si se tiene una visión a largo plazo.
Hasta ahora un deportista ve impensable donar sangre, y mucho menos los deportistas aeróbicos, ya que el quitarle 500 ml de sangre supone una reducción del 10% de sangre y por tanto de su capacidad de llevar oxígeno a los músculos.
Pero esta situación no es tan mala como parece, desde la Facultad de Ciencias del Deporte de Castilla la Mancha, Ricardo Mora y su equipo analizaron a 8 deportistas después de sacarle sangre y vieron como aunque el organismo tarda 21 días en recuperar todos los glóbulos rojos el plasma se recupera a los dos días de hacer la donación. La única salvedad a realizar es en verano, ya que al donar sangre el organismo aumenta su temperatura en dos grados, con lo que habría que tener cuidado. En inviernos esta consecuencia no tendría tanto problema.
Y como se decía al principio a largo plazo incluso puede ser beneficioso, ya que además de renovar parte de los glóbulos rojos el organismo con el tiempo puede aumentar hasta un 3% el hematocrito, aunque este tema será el próximo trabajo a investigar por parte del equipo de Mora. Así vemos que si no tienes competición a la vista una contribución a los bancos de sangre tampoco es tan desastrosa en tu rendimiento como podías pensar.
Vía | El País
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