El verano ha llegado y con él las altas temperaturas y las largas jornadas en la playa y en la piscina, además de ser un buen momento para salir a practicar deporte en la naturaleza. Pero es en estas fechas cuando aparecen también una serie de problemas como los hongos en los pies. Una molestia que nos afecta a muchos y para la que podemos poner remedio con unos sencillos pasos a tener en cuenta.
Los hongos y el verano casi siempre suelen estar asociados al verano, y es que el calor y la humedad son caldo de cultivo de estos organismos que hacen que nuestros pies sufran más de lo debido. Pero evitarlos es sencillo, ya que simplemente servirá con tener una serie de cuidados que pasan por la higiene personal sobre todo.
Zonas afectadas
Los pies suelen ser una de las partes más proclives a contraer hongos en verano, pero otras como los genitales, las axilas… también lo pueden ser. Normalmente aparecen cuando sometemos estas partes a humedad o no las tenemos secas del todo. También el contacto directo con superficies infectadas puede hacer que aparezcan. Por ello debemos comenzar con la higiene. Sobre todo en el cuerpo es necesario que mantengamos estas zonas, sobre todo los dedos de los pies, las axilas, las ingles… bien secas y limpias.
Tener en cuenta la higiene personal
Las zonas citadas anteriormente suelen ser partes en las que por naturaleza el cuerpo tiende a acumular humedad, y si no cuidamos la higiene son un caldo de cultivo de bacterias y hongos. Por ello es necesario en verano hacer especial hincapié en estas zonas a las horas de asearnos, lo mismo que a la hora de hacer deporte y cuando sudamos, ya que no es recomendable utilizar ropa empapada de sudor. Lo mejor es inmediatamente secar la zona y cambiarnos la ropa, bien sean camisetas o calcetines.
Cuidado con la piscina y el gimnasio
La piscina y los gimnasios suelen ser focos en estas fechas de hongos, por ello a la hora de acudir a ellos debemos ser cautos y nunca posar los pies descalzos en el suelo. En la piscina es muy habitual caminar por la orilla o por el césped y en vestuarios descalzos. Esto nunca hay que hacerlo sin unas zapatillas, pues los hongos se pegan con facilidad y nunca sabemos quién ha podido caminar por esa zona o lo que hay en ella.
En el gimnasio pasa lo mismo, siempre es recomendable llevar nuestra propia toalla para colocar sobre las máquinas de modo que empape el sudor y evitar entrar en contacto con el de otros. Al igual que en las duchas, que debemos utilizar siempre chanclas que nos impidan pisar directamente en el suelo, pues los hongos aparecerán casi con seguridad, ya que se trata de zonas húmedas y que pueden tener gran cantidad.
La prevención y la protección frente a los hongos es fundamental. Casi siempre aparecen porque nos confiamos. Por ello nunca hay que bajar la guardia y desconfiar de cualquier lugar húmedo, ya que puede ser un foco de hongos. Lo mismo que es necesario mantener una higiene perfecta en nuestro organismo.
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