Conocida popularmente como impotencia, un nombre con un feo matiz despectivo, la disfunción eréctil es un problema que de forma esporádica sufren prácticamente todos los hombres alguna vez en su vida. Puede tener diversas causas, como el estrés, y a su vez ser síntoma de otros problemas de salud. Por eso, si se convierte en un problema recurrente, lo mejor es perder la vergüenza y acudir a un especialista que haga un diagnóstico completo.
Antes de llegar a dar ese paso, hay algunas cosas sobre la disfunción eréctil que conviene saber.
Qué es exactamente la disfunción eréctil
Cuando un hombre siente excitación sexual, su cerebro envía una señal al nervio del pene, que activa la circulación sanguínea hacia el tejido cavernoso que se encuentra en ese órgano. Esto es una especie de esponja que al llenarse de sangre se expande y endurece.
Por diversos motivos, a veces esto no ocurre con normalidad: o bien el nervio no consigue activar la circulación sanguínea para conseguir la erección, o bien esta se produce pero no es posible mantenerla el tiempo suficiente para llevar a cabo el acto sexual completo.
Qué causa la disfunción eréctil
Como casi cualquier respuesta nerviosa, las causas que puede tener la disfunción eréctil son varias y no siempre obvias. Pueden tener un origen físico o psicológico.
Para intentar determinar cuál de ellos es más probable, conviene observar la naturaleza de la disfunción: si se trata de algo ocasional pero no ocurre siempre (por ejemplo, sí se produce una erección al levantarse por las mañanas pero no se consigue para practicar sexo) suele tener una causa psicológica; si no se obtiene una erección en ningún momento, lo más probable es un origen físico.
Causas físicas
1. Heridas y cirugías
Algunas lesiones, heridas y operaciones quirúrgicas que afectan al pene pueden causar disfunción eréctil, normalmente de forma temporal hasta que se curan. Se calcula además que entre el 15 y el 25% de la gente que sufre lesiones graves en la cabeza padece disfunción eréctil como efecto secundario.
2. Problemas vasculares
En algunos casos, el problema está en el flujo sanguíneo que debe llegar hasta el pene. Dentro de las patologías que pueden afectar en este aspecto están las enfermedades cardiovasculares como la arterioesclerosis, las hipertensión o la diabetes.
3. Enfermedades neurológicas
Puesto que en una erección está involucrado el sistema nervioso, las enfermedades que le afectan pueden causar este problema. Entre ellas se incluye la esclerosis múltiple, el parkinson, las lesiones medulares o los ictus cerebrales.
4. Desórdenes hormonales
Las hormonas son sustancias químicas que regulan la respuesta de nuestro organismo en distintos aspectos y situaciones. Desajustes hormonales pueden tener impacto por tanto en la capacidad de conseguir una erección. Uno de ellos es el hipogonadismo, en el que no se produce suficiente testosterona, la hormona sexual masculina. Tanto el hipotiroidimo como el hipertiroidismo, que afectan al funcionamiento de la tiroides, también pueden tener este efecto.
5. Algunos medicamentos
En algunos hombres, algunos medicamentos pueden afectar a la capacidad para tener una erección. Algunos medicamentos que pueden causar disfunción eréctil como efecto secundario son los diuréticos, los que se usan para controlar la hipertensión, los antipsicóticos, los antidepresivos, los conticoesteroides, los anticoagulantes, y algunos más. Si crees que algún medicamento puede estar afectándote en este aspecto, consulta con tu médico o farmacéutico. No dejes de tomar una medicación por tu cuenta.
Causas psicológicas
En muchos casos, la disfunción eréctil está causada por motivos psicológicos, especialmente tres: el estrés, la depresión y la ansiedad.
En muchos casos, una disfunción eréctil es la manifestación física de un problema o preocupación relacionado con el propio momento de mantener relaciones sexuales: los nervios, la desconfianza, problemas en la relación de pareja, malas experiencias en el pasado, haber sufrido abusos o algún tipo de trauma...
Otras veces, la causa es una combinación de motivos físicos y psicológicos: un problema físico dificulta la erección y la ansiedad que esto genera termina provocando un problema mayor.
Soluciones para la disfunción eréctil
Existen distintas soluciones para la disfunción eréctil según su causa. La primera recomendación es siempre acudir a un especialista que no solo podrá recomendar el mejor tratamiento, sino que además podrá hacer un examen exhaustivo para determinar si la disfunción es síndrome de un problema mayor, por ejemplo, un problema circulatorio cardiovascular.
1. Tratar las causas subyacentes
En los casos en que la disfunción esté causada por problemas cardiovasculares, por lesiones o por otros problemas de salud, el tratamiento de esa causa puede ser la solución también para la disfunción. Por eso es importante consultar con un médico.
Por otro lado, si la causa es una medicación que estés tomando, consulta con tu médico porque puede haber otros medicamentos que cumplan con la misma función y no te causen este problema. Nunca hagas un cambio de medicamentos o dejes de tomarlo sin consultar con un especialista.
2. Cambios en el estilo de vida
Bajar de peso si tienes sobrepeso u obesidad, dejar de fumar, reducir el consumo del alcohol o hacer ejercicio con regularidad son algunos cambios en tu estilo de vida que pueden resultar en reducir la disfunción eréctil.
Otra muy importante es reducir el estrés, encontrar el modo de desconectar de los problemas cotidianos y aprender a relajarte. La estrés es la principal causa de la disfunción eréctil esporádica.
3. Bomba de vacío
Una bomba de vacío es un tubo de plástico transparente. Por un lado se introduce el pene, y en el otro se coloca una bomba de aire que extrae el aire del tubo creando un vacío, esto hace que la sangre fluya hacia el pene creando una erección. A continuación se coloca una goma en la base del pene para retener en él la sangre durante más tiempo.
Este sistema puede ser un poco complejo de utilizar, además de poco discreto, motivo por el que muchos hombres prefieren no utilizarlo. Sin embargo es asequible, no tiene efectos secundarios si se utiliza adecuadamente y puede generar erecciones de unos 30 minutos.
4. Inhibidores de la fosfodiesterasa-5 (viagra)
La viagra es el medicamento más famoso del mundo contra la disfunción eréctil. Ese es su nombre comercial, pero su principio activo es más conocido como sidenafil.
El sidenafil o citrato de sidenafilo es un tipo de inhibidor de la fosfodiesterasa, una enzima que ayuda a bajar las erecciónes. Al inhibir su producción, las erecciones se mantienen más tiempo. Esto quiere decir que el medicamento no produce las erecciones como tal, sino que estas se generan de forma natural y el medicamento actúa prolongándolas más tiempo.
El uso de estos medicamentos puede generar efectos secundarios si se combinan con otros tratamientos o si el que las toma tiene determinados problemas de salud previos, sobre todo relacionados con el sistema cardiovascular. Por eso nunca deben tomarse sin receta y sin control médico.
5. Aprostadil
Otro tratamiento para la disfunción eréctil está basado en el aprostadil, una hormona sintética que estimula el flujo de sangre hacia el pene. Se puede aplicar tanto en forma de inyección como colocando una pequeña aplicación en la uretra.
En este caso, sí es el medicamento el que genera la erección, que suele ocurrir unos 15 minutos después de la aplicación y cuya duración depende de la dosis.
6. Tratamiento hormonal
Si la causa de la erección es un desajuste hormonal, es posible que te sea recetada alguna terapia de ese tipo. En muchos casos te recetarán una terapia hormonal hasta que los niveles normales se restablezcan en tu cuerpo.
7. Cirugía
En casos concretos, como por ejemplo hombre jóvenes que hayan sufrido daños graves en la zona pélvica debido a un accidente, o en casos de cáncer graves, un médico puede considerar la posibilidad de someter al paciente a una cirugía para colocar un implante semirígido o uno inflable, dependiendo del caso.
8. Tratamiento psicológico
Puesto que muchas veces la disfunción tiene una causa psicológica, muchas veces esa es precisamente la forma de solucionar el problema: terapia para controlar la ansiedad y superar malas experiencias pasadas, solucionar problemas de pareja subyacentes que impiden una vida sexual satisfactoria... Lo mejor es acudir a un especialista que pueda recomendar la mejor estrategia.
Autorrecetarse con ayuda de internet
Aun existe un gran tabú por el que los hombres son reacios a discutir abiertamente sus problemas de erección con su pareja, con conocidos o con un médico. Esto hace que sea común buscar información (y soluciones) amparándose en el anonimato que da interenet. Quizá sea precisamente así como has terminado leyendo este artículo.
No hay riesgo en buscar información, pero jamás es aconsejable comprar medicamentos u otros remedios sin control médico a través de internet. Para empezar porque no tienes garantías de que estés recibiendo lo que crees. Para seguir porque aunque así fuese, los medicamentos para la disfunción pueden provocar efectos secundarios graves y peligrosos, y no habrá nadie controlándolos.
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