Tanto por tema deportivo como por el deterioro debido a la edad, sin duda la rodilla es la articulación estrella para las lesiones. Personas de todas las edades suelen tener problemas con las rodillas, por lo que es positivo que se conozca que tanto el exceso como la falta de actividad física pueden provocar daños en las rodillas.
Un estudio reciente así lo confirma, por si había alguien que tuviera dudas. El estudio en concreto halló que el sedentarismo así como el ejercicio intenso son muy dañinos para las rodillas, en una muestra de 205 participantes con edades comprendidas entre los 45 y los 60 años.
El estudio valoró los cambios sufridos por los sujetos a lo largo de cuatro años, y se registró la actividad física de los participantes. Se obtuvo, como era de esperar, que los deportes de gran impacto provocaban mayor deterioro en el cartílago, mientras que deportes más suaves, como caminar o nadar, eran menos dañinos.
Muchas veces publico datos de estudios que son un poco “de sentido común”. Es decir, que no nos descubren nada nuevo, sino que vienen a confirmar lo que más o menos ya sabíamos. Sin embargo, el interés de este tipo de estudios es precisamente dar base a lo que sabemos, a la vez que abren nuevas vías, por ejemplo, para encontrar cuál es el ejercicio más adecuado para las personas que sufren problemas de rodillas.
Lógicamente esto depende de las características de la persona así como de su lesión concreta, pero, por ejemplo, en el caso de personas de mediana edad, o mayores, con problemas de rodilla, se suele tender al sedentarismo para evitar ejercicios que puedan provocar más daños. Pues bien, lo ideal es buscar un ejercicio moderado beneficioso para las rodillas y para el resto del cuerpo, ya que sabemos que el sedentarismo es perjudicial y, literalmente, nos quita años de vida.
Ejemplos de ejercicios para cuidar las rodillas
Aunque, como digo, dependerá de cada persona y lesión, hay una serie de ejercicios que sabemos que son saludables para las rodillas. Además del tipo de ejercicio, hay que cuidar la intensidad. Si el objetivo del ejercicio proteger las rodillas, lógicamente nos interesa una intensidad moderada, donde más vale no realizar esfuerzos grandes, hasta que se vaya conociendo el nivel y se pueda ir superando poco a poco.
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La natación así como la actividad terapéutica en piscina trabajan la movilidad de las rodillas, junto con el resto del cuerpo, liberando a estas articulaciones del esfuerzo de soportar el peso del cuerpo, con lo que resulta de lo más beneficioso para cuidar estas articulaciones.
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Caminar, a ritmo moderado, sobre todo por terreno llano, será beneficioso para problemas de rodillas que obligen a realizar esfuerzos de intensidad moderada (por ejemplo, en caso de artrosis). Si la lesión es de otro tipo que permita esfuerzo algo mayor, se pueden incluir escaleras y pendientes para aumentar la dificultad.
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Bicicleta y patines: También dependiendo de la gravedad de la lesión pueden ser útiles para ciertas personas. Si hay inestabilidad y poca pericia, es mejor la bicicleta, ya que los patines requieren mayor control.
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Fitness y actividad en gimnasio: Adaptando a la lesión, y evitando los ejercicios que supongan mucho impacto o esfuerzo para las rodillas, son una fórmula ideal, puesto que es una actividad donde se puede controlar el ambiente y utilizar los ejercicios adecuados para cuidar las rodillas sin someterlas a excesivo esfuerzo.
Estos son algunos ejemplos de ejercicios saludables para las rodillas y para el resto del cuerpo. Habrá muchos más, que seguro que dejáis en los comentarios. Lo que quiero resaltar una vez más es que una lesión de rodilla, si bien es una complicación grande, no tiene que suponer el fin de la actividad deportiva, solo hay que buscar la actividad adecuada para cada persona y lesión en particular, y tener siempre presente que el sedentarismo es dañino para las rodillas, el resto del cuerpo, y para la mente.
Imagen | the bbp
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