Cuando se padece diabetes mellitus, el finalidad del tratamiento es lograr un control de los niveles de glucosa en sangre. Y aunque muchos consideran que el gran enemigo es la hiperglucemia, la hipoglucemia también es peligrosa aunque creamos lo contrario.
La hipoglucemia es la caída de los niveles de glucosa por debajo de los 70 mg/dL en sangre. La misma puede manifestarse con sudoración fría, mareos, fatiga, confusión, debilidad, visión borrosa, dolores de cabeza u otros y aunque sus síntomas parecen menores, si la hipoglucemia no se revierte puede originarse un coma diabético.
Por qué la hipoglucemia es tan peligrosa como la hiperglucemia
La hiperglucemia transita de manera más frecuente ante la presencia de diabetes y aunque sus síntomas no son tan marcados, cuando se presenta a repetición en el tiempo ocasionan daño en cada célula del cuerpo pudiendo originar desde problemas visuales hasta patologías renales, neurológicas y otras.
El denominador común de ambas es el coma diabético que en el caso de la hipoglucemia se revierte fácilmente, pero la gravedad de esta última reside en gran parte en el sufrimiento que experimentan algunos órganos como el corazón o el cerebro ante la falta de glucosa.
Así, durante una hipoglucemia se pueden experimentar arritmias cardíacas que elevan el riesgo cardiovascular y según un estudio realizado en 2018, ante hipoglucemias graves también se incrementa la mortalidad por diferentes causas.
Por otro lado, ante una hipoglucemia se debe actuar rápido y se necesita muchas veces, de la intervención de otras personas para su resolución. En estos casos se deben administrar buenas fuentes de glucosa (alimentos o bebidas con hidratos simples) para elevar sus niveles en sangre.
Por lo tanto, un riesgo que conlleva la hipoglucemia es también, sufrir una hiperglucemia posterior, es decir, una elevación de la glucosa por encima de niveles normales debido a una hipoglucemia previa.
Entonces, es importante reconocer que la hipoglucemia resulta igual de peligrosa que la hiperglucemia en personas con diabetes y por ello, la prevención resulta clave. Podemos reducir el riesgo de desarrollarla ingiriendo alimentos de bajo índice glucémico y haciendo un buen uso de la medicación, considerando siempre el ejercicio.
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