Un nuevo estudio reciente relaciona la alimentación durante el embarazo con una posible mejora en la salud del niño, concretamente asocia el consumo de pescado azul con un menor riesgo de asma en los hijos.
El estudio realizado en la Universidad de Southampton concluye que los niños que han nacido de madres que consumieron más salmón durante el embarazo, pueden ser menos propensos a tener asma frente a niños cuyas madres no ingirieron este u otros durante el embarazo.
El estudio realizado fue un ensayo controlado en el que un grupo de mujeres comió salmón dos veces a la semana a partir de la semana 19 de embarazo.** Se realizó una prueba de alergia a los niños** a los seis meses y posteriormente a los dos o tres años.
Los primeros resultados mostraron que al os seis meses, no hubo prácticamente diferencias en la tasa de alergia entre los dos grupos de niños, sin embargo, a los dos años y medio, los niños cuyas madres comieron salmón durante el embarazo, eran menos propensos a tener asma.
Un punto fuerte de la investigación realizada por el profesor Calder es su enfoque traslacional, la ampliación de los resultados de la investigación en ciencias de la nutrición y sobre todo realizado en humanos. Además de esta investigación, Calder y su equipo han demostrado a lo largo de los años que ciertos ácidos grasos están implicados en un amplio espectro de enfermedades comunes que van desde diversas alergias a enfermedades como la aterosclerosis o enfermedades inflamatorias como la enfermedad de Crohn.
El pescado azul es uno de los alimentos que quizá tiene bastante controversia, principalmente por su contenido en mercurio. A pesar de contener ciertas cantidades de mercurio, si ingerimos pescado azul dos veces por semana, son más los beneficios que podemos obtener de sus ácidos grasos que la posible toxicidad que nos aportaría en nuestro organismo. La ciencia sigue avanzando.
Estudio Oily fish eaten during pregnancy may reduce risk of asthma in offspring