Un nuevo estudio señala que todas las carnes, incluidas las de ave, podrían incrementar el riesgo de enfermedad cardiovascular

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Es sabido que las carnes procesadas no son buenas para el organismo y se han vinculado a diferentes patologías. No obstante, carnes rojas frescas y carnes blancas como pollo o pavo no se consideran nocivas en este sentido, pero un reciente estudio señala que todas las carnes, incluidas las de ave podrían incrementar el riesgo de enfermedad cardiovascular.

Carnes de todo tipo y aumento de riesgo cardiovascular

Utilizando datos de seis estudios de cohortes prospectivos realizados en Estados Unidos, esta investigación publicada en JAMA Internal Medicine incluyó en total a más de 29 mil adultos para analizar el vínculo entre la ingesta de carne procesada, carne roja fresca, aves de corral o pescado y la enfermedad cardiovascular incidente así como la mortalidad por todas las causas.

Los datos de dieta se recogieron entre 1985 y 2002, mientras que los participantes fueron seguidos hasta el 2016. Los resultados muestran una asociación entre la ingesta de carne procesada, carne roja fresca y aves de corral y la enfermedad cardiovascular.

Concretamente se sabe que las carnes procesadas y carnes rojas en general incrementan entre un 3 y un 7% el riesgo de enfermedad cardiovascular así como elevan la probabilidad de muerte por diferentes causas.

Aunque el aumento del riesgo cardiovascular es escaso, vale la pena la recomendación de reducir la ingesta de carnes rojas frescas y procesadas para cuidar la salud en general.

Asimismo, se observó un aumento de 3% de riesgo cardiovascular ante la ingesta de aves de corral, un incremento mínimo que quizá obedezca a la forma en que se cocina el pollo, por lo tanto, se aconseja sobre todo evitar la piel del pollo y el pollo frito así como con costra quemada.

El pescado no se vinculó a enfermedad cardiovascular y el consumo de aves de corral no se asoció significativamente con mayor riesgo de muerte por diferentes causas.

Este estudio pone en tela de juicio las conclusiones de un informe previo en el cual se señalaba que no hay evidencia para consejar la reducción del consumo de carne. No obstante, al parecer lo mejor es incluir carnes de calidad como las pechugas de pollo o pavo y sobre todo, apostar al pescado para obtener proteínas de origen animal.

En Vitónica | Reducir o no reducir el consumo de carne: no hay suficiente evidencia que respalde la reducción por motivos de salud

Imagen | iStock

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