Donar sangre es donar vida: es un gesto altruista, voluntario y necesario con el que podemos ayudar a muchas personas que lo necesitan. Por cada donación de sangre que realizamos se pueden beneficiar hasta tres personas distintas que necesitan una transfusión. Tu ayuda puede salvar vidas.
En cada donación aportamos unos 450 centímetros cúbicos de sangre que posteriormente sufre un proceso de fraccionamiento en el que se divide en hematíes (se pueden almacenar durante 42 días), plasma (se congela y se conserva durante dos años) y plaquetas (sólo se pueden conservar durante cinco días). La sangre se analiza y se almacena, pero se necesitan donaciones regulares para poder atender a todas las necesidades. ¿Puedes tú ser donante?
¿Puedo donar sangre?
Existen un serie de requisitos para poder ser donante de sangre, con algunas exclusiones temporales y definitivas. Las podemos ver en esta imagen del portal de salud de la Comunidad de Madrid.
Además, para ser donante de sangre hay que ser mayor de 18 años y menor de 65 (hasta los 70 con un informe positivo del médico de cabecera), hay que pesar más de 50 kilos, no haber padecido ninguna enfermedad de tipo sanguíneo y no estar en ayunas. Antes de donar se rellena un pequeño cuestionario de salud y se practica una prueba de hemoglobina (un pequeño pinchazo en el dedo) y una toma de tensión.
¿Cada cuánto tiempo puedes donar sangre? Los hombres pueden donar hasta cuatro veces al año, espaciando las donaciones cada ocho semanas como mínimo; las mujeres deben reducirlo a tres donaciones por año.
¿Qué debo hacer antes y después de donar?
Si has decidido donar sangre hay unas cuantas cosas que debes tener en cuenta: antes de donar no debes estar en ayunas, pero tampoco debes optar por comidas copiosas. Espera un par de horas después de comer para darte tiempo a hacer la digestión.
Después de realizar la donación conviene descansar durante unos 10 minutos e ingerir abundantes líquidos (no alcohólicos, evidentemente) las siguientes 24 horas. Si has donado... ¡no entrenes ese día! Debes esperar hasta el día siguiente para realizar esfuerzos físicos, por tu seguridad.
Hoy por hoy no existe ninguna sustancia que sustituya a la sangre y tampoco se puede fabricar: por eso debemos concienciarnos de la importancia de donar. Es un proceso que dura unos 10 minutos, no es agresivo ni doloroso, no supone ningún riesgo y puede ayudar a salvar vidas. ¡Colabora y dona sangre!.
Imágenes | Thinkstock y Portal de salud de la Comunidad de Madrid
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