Todos sabemos que la cantidad, así como la calidad de lo que comemos es importante para cuidar nuestra dieta. Por eso, en las fiestas de fin de año, no debemos hacer la excepción, y si bien no se pretende perder peso, mantenerlo o no engordar es una buena señal.
Para que aquellos productos típicos puedan estar presentes y darte un gusto con ellos, debes controlar la cantidad, pero sobre todo en lo que refiere a los platos salados, podemos mejorar su calidad nutricional con sólo utilizar un sencillo recurso: sustituir alimentos, que puede ayudarnos a no engordar durante los días festivos.
Concretamente, podemos ahorrar muchas calorías con sólo reemplazar algunos alimentos por otros, por ejemplo, en los platos de entrada, podemos sustituir los embutidos más grasos, por otros más magros o lo que es mejor aún, por carnes magras hervidas cortadas finamente en lonjas o por camarones u otro pescado.
Además, en las salsas fías o aderezos, suele ser de mucha utilidad reemplazar la crema de leche o la mayonesa por queso untable desnatado, así como por yogur natural, ya que de éstos sustitutos obtenemos más proteínas, más calcio, más vitaminas y menos calorías, así como grasas.
Por otro lado, las salsas calientes pueden realizarse a base de salsa bechamel, ligando un poco de leche con fécula de maíz, y agregando a ésta, vegetales procesados, extractos de tomate, cebollas de verdeo o setas, dependiendo del sabor que se le quiere dar. De esta forma, ahorramos las grasas y calorías que hubiéramos consumido si como base utilizáramos crema de leche.
Otro de los recursos es sustituir las ensaladas de patatas por ensalada e vegetales frescos o asados y combinar variedad de colores y texturas, para lograr así, mayor saciedad y diferentes nutrientes en un sólo plato.
Para el plato principal, suelen ser buenas opciones las carnes magras como son el pavo, el pollo, el pescado, o las carnes rojas con menor aporte graso, y una excelente guarnición a base de vegetales que brinde un volumen considerable en nuestro plato con pocas calorías.
Además, en el momento del postre podemos reemplazar los helados comunes por las versiones a base de agua o sustituir las preparaciones a base de dulce de leche o crema por un plato elaborado con frutas, requesón, yogur o gelatina, que permiten lograr recetas saludables y sabrosas para cerrar una mesa navideña
Utilizar carnes magras en reemplazo de los cortes más grasos, sustituir lácteos tradicionales por sus versiones desnatadas, y hacer uso de otros alimentos que cubran el lugar de los aderezos o salsas más calóricas, son buenos recursos para no engordar en estas fiestas, sin dejar de disfrutar de los alimentos típicos que tanto esperamos durante el año.
No olvidemos que se puede disfrutar de un buen plato sin dejar de nutrirnos con sabiduría y cuidar la salud, sea cual sea el momento del año y la celebración que protagoniza la mesa.
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