Todos nosotros en más de una ocasión hemos recurrido a las infusiones para mejorar nuestro estado de salud. Como ya sabemos, las infusiones son de origen vegetal, y por ello se consideran beneficiosas e inocuas para el organismo. Pero no todo lo que rodea al mundo de las infusiones es tan bueno, y es que a pesar de ser de origen vegetal, muchas contienen sustancias que pueden resultar nocivas para el organismo. Por ello en este post nos vamos a detener en algunas infusiones que pueden perjudicarnos si abusamos de ellas.
Mucha gente, escudándose en los efectos beneficiosos de las infusiones, las ingiere habitualmente como si se tratase de agua. Es cierto que incorporarlas a nuestra dieta es un buen hábito a la hora de mejorar el estado general del organismo, pero no debemos exagerar y mucho menos hacer de las infusiones un constante a la hora de hidratarnos, ya que por beber más cantidad no conseguiremos mejores resultados, sino todo lo contrario.
Té verde
Como primer ejemplo nos vamos a detener en el té verde, una infusión que tiene un alto poder antioxidante y protector celular, además de ser muy utilizado por personas que quieren perder los kilos de más que les sobran, ya que el té verde tiene principios activos que ayudan a acabar con el exceso de grasa que hay en el organismo. Estas cualidades lo convierten en una infusión de las más consumidas por personas que quieren mantener la línea. Tal es esta obsesión que muchas personas consumen más de dos tazas por día para conseguir antes sus objetivos.
Lo que hay que tener en cuenta es que el té verde contiene teína en altas cantidades, que es un estimulante similar a la cafeína, por lo que no es recomendable su consumo en personas con la tensión arterial elevada, problemas cardiacos, arritmias… Al igual que esto, el consumo del té verde no es nada bueno para aquellas personas que padecen úlcera de estómago o tienen cualquier trastorno digestivo. A esto debemos sumar que el té verde puede intoxicar el hígado e interactuar contra algunos medicamentos creando en nosotros situaciones adversas.
Té negro, rojo o blanco
El té negro, el té rojo o el té blanco tienen similares efectos al té verde, ya que se trata de plantas naturales que sí nos ofrecen una serie de polifenoles antioxidantes que nos ayudarán a mantener nuestras células en un estado óptimo, pero otra serie de sustancias que contienen pueden reaccionar en contra de determinados medicamentos. No debemos olvidar que todos los tés contienen teína, una sustancia excitante que está contraindicada para muchas personas, lo que convierte al té en una bebida beneficiosa, pero de manera esporádica, nunca como algo a consumir diariamente y en abundancia.
Cola de caballo
Otras infusiones consideradas diuréticas como la cola de caballo son también muy utilizadas y son muchas las personas que recurren a ellas para perder peso. Nada más lejos de la realidad, ya que la cola de caballo tiene un poder diurético, pero no es una sustancia aceleradora del metabolismo y mucho menos quema grasas. Al ser diurética lo que conseguiremos con su ingesta será eliminar líquidos del organismo.
Esta eliminación de líquidos es muy buena en determinados periodos a la hora de conseguir depurar el organismo, pero en exceso puede acabar por ser perjudicial para el organismo, ya que eliminar demasiados líquidos del organismo traerá consigo la eliminación de minerales necesarios para el correcto funcionamiento del mismo. Por ello no es nada recomendable el abuso de este tipo de infusión bajo ningún concepto.
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