El aspecto físico o la salud de la persona que nos brinda consejos sobre nutrición o ejercicio puede tener una influencia importante en la información que recibimos y sobre todo, en cómo la receptamos. Tal es así que un estudio señala que las recomendaciones nutricionales que dan personas con exceso de peso se consideran menos confiables por quienes las reciben.
Al parecer, incluso cuando el contenido es el mismo, cuando el experto que brinda la recomendación es delgado sus recomendaciones se consideran más confiables que cuando quien ofrece la información nutricional posee algún grado de sobrepeso.
El experimento que dio origen a estas conclusiones se realizó con grupos de más de 200 personas a las cuales se ofreció diferentes fotos de platos de comida publicados en línea, pero a diferencia del primer grupo cuya autora tenía exceso de peso, en la segunda, la misma autora se identificaba con una foto posterior a su pérdida de peso, es decir, lucía delgada.
Los resultados muestran que ante un mismo plato, los lectores consideraron que era más saludable cuando su autora lucía delgada que cuando su foto demostraba un sobrepeso, y el sesgo por la imagen de la autora del artículo en línea se mantuvo aun después de adicionar información nutricional a los platos que eran idénticos para ambos grupos.
El estudio no hace más que demostrar que la sociedad tiene muchos prejuicios acerca de las personas con sobrepeso, y que por ello, las recomendaciones nutricionales que éstos pueden hacer son recibidos con menos confiabilidad aun cuando la información es apropiada o deriva de las manos de un experto con amplios conocimientos.
El aspecto físico de una persona no sólo influye en la imagen que nos hacemos de otro, sino también, en cómo aceptamos la información derivada de ellos, lo cual pude ser de mucho interés si consideramos que hoy en día, es frecuente acceder a información en Internet sobre salud y hábitos de vida y que allí, la única referencia que tenemos del editor o autor es una fotografía del mismo.
Algo similar podría ocurrir con los profesionales de la nutrición, médicos e incluso, monitores del gimnasio a los cuales podemos consultar y evaluar personalmente, ¿no lo creen?
Y tu, ¿consideras que el aspecto físico de quien te brinda recomendaciones nutricionales es importante?
Vía | Health Communication, 2015; 1 DOI: 10.1080/10410236.2014.940674
En Vitónica | Resultados de la encuesta: el aspecto de los monitores no es importante
Imagen | iStock
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divine79
Muy bueno el artículo, pero considero que sería más completo si estos resultados los ponemos en relación con estudios de psicología social donde los mensajes que emiten los interlocutores son más persuasivos en fuención de la credibilidad de su emisor. Por lo tanto si la fuente de emisión de un mensaje de salud no es creíble, y en este caso la credibilidad lo da la imaginan de salubridad del emisor, el mensaje no se recibe por parte del interlocutor de la misma manera si la fuente-emisor es portador de esa credibilidad. Es un fenómeno que ocurre en muchos ámbitos y no sólo depende del aspecto físico. De todos modos es de sentido común seguir las recomendaciones de un profesional al que puedes tener de modelo de referencia. Es igual que si un médico te dice con un pitillo en la boca que dejes de fumar...o una chica pintada como una puerta que te va a dar clases de automaquillaje discreto...
dominguez
El artículo tiene toda la razón. Por desgracia muchas personas se guían más por los prejuicios en vez del contenido del mensaje. Otro ejemplo bastante claro es cuando el típico "tío grande" de gimnasio recomienda a cualquiera, incluso novatos, una rutina weider sin apenas planificación y éste le hace caso. Mientras que otra persona que solo está en forma, puede recomendarle otras opciones que se adecuen mejor a sus circunstancias, como las torso pierna o full body, pero, ¿a quién le hará caso? Todos sabemos la respuesta, al menos de la gran mayoría. Entramos aquí en el tema de la desinformación y el no investigar algo más por tu cuenta, donde todo lo que se sale de lo socialmente aceptado, lo rechazamos. Un saludo.
Usuario desactivado
Esto no pasa en el campo de la nutrición, sino en todos los campos, es conocido en psicología como la falacia de la fuente, es decir, que el aspecto de la persona que manda un mensaje importa mucho a la hora de valorar la veracidad de ese mensaje. Pero esta importancia de la fuente se puede usar "para hacer el bien" y también para "hacer el mal". Para hacer "el bien" está el ejemplo que se está poniendo en el artículo, que un especialista, sea cual sea su campo, si tiene un buen aspecto tanto saludable como estético, gana más probabilidades de conseguir el cambio en sus pacientes. Pero también se puede usar para hacer "el mal", algo que conocen muy bien los comerciales, que manipulan su imagen personal hasta el punto de que se puede decir que venden humo y que detrás de un aspecto no hay contenido alguno. Todos hemos conocido este tipo de personas que tratan de convencer a los incautos vendiendo un producto, una técnica, un método terapéutico,.... y que detrás sólo hay humo, nada más.