Me he acostumbrado a tener un paquete de tofu firme en la nevera de casa; es muy fácil cocinarlo y puede incorporarse a todo tipo de recetas. Me gusta llenarlo de especias y hacerlo a la plancha, pero mi novio se queja un poco de que siempre es soso y aburrido. Así que estas albóndigas vegetarianas de tofu al horno las improvisé pensando en él, y ya no protestó tanto.
Recordad prensar bien el tofu después de escurrirlo, envolviéndolo en varias capas de papel de cocina. Para dar más sabor he añadido un chile en adobo pequeño; se encuentran en la sección de cocina mexicana de cualquier supermercado y duran mucho en la nevera, cuidado que son extremadamente picantes. Ajustad sin miedo los ingredientes un poco a ojo y seguro que no fallaréis.
Precalentar el horno a 180ºC y preparar una bandeja. Trocear el tofu y triturar con ayuda de un procesador de alimentos, picadora o batidora. Retirar y triturar juntas todas las verduras lavadas, añadiendo el chile y el huevo.
Incorporar las especias, la mostaza y el lino -se puede sustituir por harina de almendras o de garbanzos-, ajustar la sal y mezclar con el tofu. Agregar un chorrito de leche y trabajar hasta tener una masa homogénea, húmeda y maleable. Debemos poder formar pequeñas bolitas compactas. En caso contrario, añadir más leche o incorporar maizena, según lo necesite.
Es más fácil trabajar con unos guantes de latex o similar, aptos para manejar alimentos. Tomar porciones con una cucharillas, formar las albóndigas y repartir en la bandeja. Hornear durante unos 30 minutos o hasta que estén bien doradas y se haya creado una capa exterior firme.
Estarán aún más blanditas justo al salir del horno, pero al enfriarse se endurecen y el exteriorqueda ligeramente crujiente. Podemos darles más sabor y textura salteándolas ya cocinadas en una plancha con un poco de aceite.
Con qué acompañar las albóndigas vegetarianas
Estas albóndigas vegetarianas de tofu se pueden servir tal cual como picoteo con alguna salsa para mojar o también podemos convertirlas en un plato principal. Con salsa de tomate casera están muy ricas, acompañadas de arroz, verduras o legumbres. Podemos hacerlas más pequeñas ajustando el tiempo de horno, y también congelarlas una vez cocinadas.
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