Que nos gustan las costillas de cerdo es un secreto a voces. No hay más que ver la cantidad de recetas publicadas para darse cuenta de ello. Nos gustan las costillas al horno estilo americano, las costillas en salsa barbacoa al horno, o la riquísima costilla con miel al horno o caramelizadas al chocolate. Pero también nos encantan cocidas en olla a presión y listas en cinco minutos. Aunque nuestro último descubrimiento ha sido el estas sencillas costillas al horno que están para chuparse los dedos, literalmente.
En esta receta de costillas al horno no hay marinados, ni salsas, ni especias, ni ningún otro tipo de distracción para el paladar. Por ello es imprescindible hacerse con un costillar de cerdo de calidad y si es ibérico, pues mejor. El peso del éxito recae sobre este punto, tenedlo en cuenta. Lo demás es coser y cantar. Veréis qué fácil es la receta cuando la leáis y qué rica está cuando la probéis. ¡Para chuparse los dedos!
Llenamos una olla a presión con agua hasta 2/3 de su capacidad y la llevamos a ebullición. Introducimos los costillares en ella, tapamos, ponemos la válvula en posición 2 y, desde que el vapor comience a salir, contamos 10 minutos. Apartamos la olla del fuego y dejamos que pierda el vapor por si sola antes de abrirla.
Retiramos los costillares de cerdo del agua, con cuidado de no quemarnos pues estarán muy calientes. Los colocamos sobre papel absorbente y los secamos. Dejamos que se atemperen un poco antes de cortar el costillar separando las costillas y colocarlas sobre una bandeja de horno cubierta con papel de aluminio (para no manchar más de lo necesario).
Pelamos los dientes de ajo y los pasamos por el prensa-ajos o los picamos muy finamente. Los colocamos en un cuenco y los regamos con el aceite de oliva virgen extra y el zumo de limón. Batimos con unas varillas hasta integrar todos los ingredientes. Sazonamos las costillas y las pincelamos con la mezcla, utilizándola toda.
Lavamos la rama de romero y separamos las hojas del tallo, desechando este último. Picamos las hojas finamente y las esparcimos sobre las costillas. Introducimos la bandeja en el horno pre-calentado a 240 ºC y asamos las costillas durante 15 o 20 minutos. Retiramos, trasladamos a una fuente y servimos inmediatamente.
Con qué acompañar las costillas al horno
No hay mejor manera de comer unas costillas al horno que utilizando las manos ¿no creéis?. Además de divertido, dará pie a chuparse los dedos, literalmente. La carne queda tan tierna que se desprende del hueso por si sola y se funde en la boca, al tiempo que los aromas a limón y ajo nos hacen relamernos de gusto.
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