Un buen pan artesanal de masa madre y larga fermentación es incomparable, pero no siempre es algo que podamos tener a nuestro alcance. Si algo nos está enseñando el confinamiento es a volvernos más creativos, y hacer pan en el microondas sin duda es un recurso que merece la pena tener en cuenta.
Sin levadura de panadería, sin levados ni amasados costosos, y sin horno: en solo 10 minutos podemos tener listo un pan rapidísimo en versión integral que nos puede sacar de más de un apuro. El microondas realmente cuece al vapor, por eso, si nos gusta el pan más crujiente y con corteza algo caramelizada, solo tendremos que pasarlo por la tostadora.
Como comenta nuestra compañera Carmen de Directo al Paladar en su versión con harina blanca, este pan es tiene un sabor neutro que lo convierte en un comodín para servir y acompañar de lo que nos apetezca, aunque nuestra receta más nutritiva proporciona más sabor, gracias a la combinación de harinas integrales.
Podemos usar otra proporción de harinas según lo que tengamos en la despensa, sabiendo que, probablemente, necesitemos hacer ajustes de la cantidad de agua sobre la marcha. Las harinas integrales necesitan una mayor cantidad de líquido y este puede variar mucho según la marca que utilicemos. Si usamos centeno en lugar de trigo o espelta, nos saldrá un pan un poco más denso y que seguramente "pida" todavía más agua.
La gran ventaja de esta receta es que es muy fácil ver sobre la marcha si necesitaremos más o menos agua, pero siempre añadiéndola poco a poco y mezclando muy bien antes de echar más, pues a veces a las harinas les cuesta absorberla por completo. Y como se prepara en tan pocos minutos, no cuesta nada experimentar probando distintos ajustes al gusto.
Mezclar las harinas en un recipiente mediano con la sal y la levadura química (impulsor o polvos de hornear). También podríamos añadir unas semillas pequeñas. Incorporar el aceite de oliva y el agua, y mezclar bien.
Trabajar hasta que el agua esté totalmente absorbida; si la masa estuviera muy seca y dura, con restos de harina aún secos, añadir pequeñas cucharaditas de agua poco a poco a medida que se amasa. Hay que obtener una masa lisa y homogénea, no pegajosa, algo densa y dura por el uso de harinas integrales.
Pasar a la superficie limpia de trabajo, amasar ligeramente con las manos para dejarla bien homogénea, y dividir en dos porciones. Formar panecillos alargados, colocar en un plato o fuente apta para el microondas y hacer unos pequeños cortes en la parte superior.
Podemos cubrir el plato con una tapa de microondas o colocar los panecillos en una fuente de vidrio para taparla con plástico film, perforándolo varias veces con un tenedor.
Calentar en el microonas a máxima potencia (entre 750W y 800W) 4 minutos y 30 segundos. Retirar con cuidado y colocar los panes sobre una rejilla para que se enfríen sin humedecerse.
Con qué acompañar el pan al microondas
Como decíamos al principio, es un pan saciante y rico en fibra que resulta más sabroso si lo cortamos en rebanadas -no muy finas o podría romperse- para tostarlas un poco, que también podríamos dorar en una plancha o sartén sin aceite. Podemos tomarlo acompañando las comidas o como base de tostadas y tostadas, con yogur, queso fresco, fruta, aguacate o el infalible tomate con aceite de oliva.
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