Durante los meses de verano disponemos de más tiempo para deleitarnos con la que, para algunos, es la comida que más disfrutan del día: el desayuno. Poder desayunar sin prisas por irnos corriendo al trabajo, crear un palto elaborado huyendo del tan manido "café-con-leche-y-me-voy-corriendo-que-pierdo-el-autobús" es uno de los mayores placeres que nos pueden dar las vacaciones.
Incluso hay gente, entre la que me encuentro, que pasa de no desayunar normalmente (café y listo, el café no se perdona) a no concebir el hecho de comenzar el día con un desayuno completo cuando están en la playa o en la montaña disfrutando del tiempo libre.
Si este es tu caso y buscas ideas para que los desayunos de estas vacaciones sean inolvidables, te dejamos una selección de nueve recetas que puedes poner en práctica ahora que dispones de más tiempo libre. ¡Comienza el día con un rico desayuno de verano!
Un smoothie bowl con todo lo que encuentres en la nevera: el verano es la época perfecta para aumentar nuestro consumo de frutas y verduras, y los smoothie bowls son una de las mejores formas de llevar a cabo este saludable propósito. Solamente necesitas abrir la nevera y escoger las frutas y verduras que más te gusten (espinacas, sandía, kale o col rizada, fresas, pomelo, melón, aguacate, kiwis... cualquier cosa vale, es cuestión de ir probando combinaciones), mezclarlas en la batidora con una base líquida o cremosa (leche de vaca, de almendras, de coco, yogur natural, yogur griego...) y, una vez hecha la mezcla, decorar con trozos de fruta fresca y con unos cuantos frutos secos. ¡Más sencillo, imposible!
Tortitas de yogur y semillas de amapola: nadie dice que no a unas tortitas de desayuno. Nadie. Y prepararlas es muy sencillo: en este caso se utiliza harina de repostería y un poco de azúcar, pero podéis tunear la receta para hacerla un poco más saludable optando por harina de avena (solamente tenéis que pasar la avena por la batidora hasta que se convierta en polvo) y un edulcorante acalórico de cocina. Podéis servirlas con yogur y fruta fresca por encima.
Ensalada con fruta fresca, pipas y orejones: ¿quién dice que las ensaladas son solamente para la hora de la comida o de la cena? Podemos disfrutar de una rica ensalada a cualquier hora del día, y el desayuno no es una excepción. Si eres goloso y el desayuno es tu punto débil, aprovecha las frutas más dulces de la temporada para añadirlas a tu plato: el plátano, el melón, el melocotón, la sandía o las grosellas pueden ser una genial opción para incluir en tu plato.
Cuscús con leche y frutas: sí, la quinoa suele ser la reina de los desayunos, pero el cuscús también puede ser una gran opción inexplorada de la que podemos disfrutar en todas las comidas del día. Un plato con una preparación sencilla para el cual herviremos el cuscús en la leche (podéis agregarle un poco de canela para que esté riquísimo) y que podemos dejar preparado con antelación y guardar en la nevera para varios días.
Pudding de chía y chocolate con yogur: para los más golosos de la casa podemos preparar este rico pudding con chocolate, que también deberemos preparar la noche anterior. Recordad utilizar cacao desgrasado y no cacao azucarado para obtener todos los beneficios de este plato que hará las delicias de los más pequeños.
Desayuno de chía y avena: un desayuno ideal si te levantas sin ganas de cocinar nada, porque necesitas dejarlo preparado la noche anterior (no se tarda más de dos minutos en preparar, pero hay que dejarlo espesando y remover al cabo de una hora) y enfriarlo en la nevera. Por la mañana solamente tendremos que seleccionar nuestras frutas favoritas (en este caso se ha usado plátano, pero está muy bueno con cualquier otra) y añadirlas a la mezcla de chía, avena y leche. Perfecto para disfrutar a la orilla del mar o en la terraza de cara a la montaña.
Tostas de aguacate cremoso, atún y mango en pan de centeno: no todos los desayunos tienen por qué ser dulces, sino que podemos incorporar alimentos salados como el atún o el aguacate, que nos proveen de proteínas y grasas saludables desde la primera hora del día. Conseguiremos un plato saciante y energético que nos permitirá cargarnos de energía para las siguientes horas de playa o de piscina.
Tortilla jugosa vegana de calabacín: también una sabrosa tortilla recién hecha y colocada sobre una tosta de pan integral puede ser un desayuno de película para las mañanas de verano. Esta tortilla incorpora el calabacín, consiguiendo una textura muy cremosa y siendo apta para veganos (está elaborada con harina de garbanzos). Para la versión vegetariana u omnívora no hay problema en usar los tradicionales huevos.
Tosta de rúcula, pera, rabanitos y queso: desayunar tostadas con queso (con cualquier queso, al verdad) es otra de mis tradiciones de verano. En este caso se ha utilizado queso azul, que quizás es un poco fuerte para la hora del desayuno, pero podemos optar también por un queso fresco que sea más agradable para el estómago a primera hora del día.
Con estas nueve recetas que podéis tunear a vuestro gusto ya tenéis un montón de ideas para vuestros desayunos veraniegos. Ahora ya solo queda que os toméis vuestro tiempo y que disfrutéis del tiempo libre delante de un delicioso plato.
Imágenes | iStock, Vitónica
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