Nuestra propuesta para la comida o cena de hoy es un plato bien completo y saludable que demuestra que no siempre hay que invertir tiempo en la cocina ni complicarse con ingredientes extraños. Por sencilla que sea esta ensalada de garbanzos y salmón, a veces a todos nos viene bien recordar que no todos los días tenemos ganas de cocinar, pero podemos improvisar un buen plato en pocos minutos, para tomar al momento o llevar en táper.
Idealmente prepararíamos esta ensalada con legumbres cocidas en casa -sale más económico, podemos elegir exactamente el tipo de garbanzo y el punto de cocción- y pescado fresco preparado a nuestro gusto. Pero no pasa nada por recurrir al armario de las conservas, escurrir unos garbanzos de bote y aprovechar que ya es fácil encontrar salmón en lata al natural, para no recurrir siempre al atún.
Completamos la ensalada con productos frescos que tenemos en la nevera y alguna conserva más, siempre buscando crear un buen equilibrio de contrastes de texturas y sabores. A falta de tomates de verano sabrosos los cherry siempre son una apuesta segura, y alguna hortaliza cruda como pimiento, pepino, apio, calabacín o rabanitos nos aportarán frescor crujiente con toques más dulces o más amargos, según la elegida.
Escurrir y enjuagar con suavidad los garbanzos. Secar bien con un paño limpio o papel de cocina. Si se tiene tiempo, retirar las pieles. Lavar y secar los tomates, el pipimiento y perejil.
Cortar los tomates en cuartos o por la mitad; en cubitos o tiras el pimiento sin semillas y picar el perejil. Escurrir las aceitunas y cortar en rodajas gruesas. Escurrir el salmón del líquido de la conserva.
Mezclar todos los ingredientes en un recipiente o plato hondo dejando el salmón para el final, desmenuzándolo con un tenedor. Para la vinagreta, disponer todos los ingredientes en un tarro pequeño con tapa, agitar hasta emulsionar, probar y ajustar los ingredientes al gusto.
Aliñar la ensalada justo antes de comer, rebajando con un poco la vinagreta con agua si estuviera muy densa o fuerte. También se puede emulsionar con un tenedor pequeño o varillas. Salpimentar al gusto.
Con qué acompañar la ensalada de garbanzos y salmón
Esta ensalada individual es una comida saciante y completa pero ligera, perfecta para un almuerzo de mediodía pero también apto para la cena, sobre todo si necesitamos una buena ración de proteínas de calidad. Según nuestras necesidades, podemos completarla con una rebanada de buen pan de calidad o una versión keto bajo en hidratos, y yogur natural con fruta de postre. Para aportar aún más nutrientes energéticos, podemos añadir medio aguacate o un puñado de frutos secos. Si preferimos hacerla más saciante pero ligera, solo hay que agregar más hortalizas, como zanahoria rallada.
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