Si tienes problemas para incorporar el pescado fresco a tu dieta, prueba a tener congelado o bacalao desalado listo para cocinar en la nevera, que aguanta normalmente alrededor de un mes y soluciona comidas y cenas en muy poco tiempo.
En este caso preparamos una cazuela de verduras dando protagonismo al hinojo fresco, una verdura ligera pero sabrosísima y muy digestiva, que se puede comer cruda, muy crujiente y fresca, pero también cocinada, cambiando por completo su textura y suavizando su sabor anisado. Partimos de un sofrito suave de cebolleta, puerro y apio, que aporta gran sabor con una combinación ligera que sienta muy bien a la digestión.
Preparar las verduras como se indica en los ingredientes, previamente lavadas y/o retirando las capas más feas externas, y guardar las hojas del hinojo. Calentar un poco de aceite en una cazuela y añadir el puerro, la cebolleta y el apio con una pizca de sal y el laurel.
Cocinar a fuego medio-bajo removiendo de vez en cuando, hasta que esté bien pochado todo. Añadir el hinojo, salpimentar, subir el fuego, dar unas vueltas y cocinar un par de minutos. Regar con el vino y dejar que evapore el alcohol. Agregar el vinagre y un chorrito de agua si fuera necesario, bajar el fuego, tapar y dejar cocinar hasta que el hinojo esté bastante tierno. Remover de vez en cuando.
Incorporar el bacalao, aderezar con pimienta y el zumo de medio limón, tapar y dejar que se cocine a fuego suave hasta que esté en su punto; se puede dejar con el calor residual los últimos dos o tres minutos. Servir con el perejil o cilantro y las hojas de hinojo picadas.
Con qué acompañar el hinojo braseado con bacalao
Una buena guarnición para este hinojo con bacalao puede ser arroz integral o una porción de quinoa que completará los nutrientes y la saciedad del plato.
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