Con esta receta de lubina al horno no descubrimos la pólvora, pues es una elaboración sencilla y clásica que muchos de vosotros ya sabéis hacer. Sin embargo, habrá quienes se enfrenten por primera vez al horneado de una pieza de pescado entera y les venga muy bien tener como referencia nuestras indicaciones.
La lubina es un pescado blanco magro con una carne ligeramente prieta que tiene mucho sabor, sobre todo si es salvaje. No es el caso de hoy, pero a nosotros nos ha sabido igual de deliciosa esta lubina al horno que hemos cocido sobre una base de patata y cebolla y aromatizado con limón y romero. Hay veces que en lo sencillo está lo mejor y esta es una de ellas.
Pelamos las patatas, las lavamos y las cortamos por la mitad a lo largo. Después cortamos cada mitad de patata en láminas de medio centímetro de grosor aproximadamente. Pelamos la cebolla y la cortamos en juliana. Calentamos un poco de aceite de oliva virgen extra en una sartén y cocemos la patata y la cebolla durante 15 minutos a fuego medio-bajo. Sazonamos al gusto.
Con esto conseguimos que la patata y la cebolla estén medio cocidas cuando las metamos en el horno y nos aseguramos que se terminan de hacer junto con las lubinas. Podemos meterlas en crudo, pero entonces tendremos que cortar todo en láminas muy finas para que no se queden crudas.
Cubrimos la base de una fuente de horno alargada con un chorrito de aceite de oliva virgen extra, colocamos la patata y la cebolla en la base y las dos ramas de romero fresco (bien lavadas). Sobre ello colocamos las lubinas limpias a las que habremos hecho dos cortes en los lomos y rellenado con medias lunas de limón.
Sazonamos, rociamos con más aceite de oliva virgen extra y cocemos en el horno pre-calentado a 190ºC durante 20-25 minutos o hasta que veamos que las lubinas están listas. Es importante conocer nuestro horno para poder darle el punto adecuado de cocción, la temperatura y tiempo indicados son indicativos.
Con qué acompañar las lubinas al horno
Esta lubina al horno ya llevan su guarnición incorporada, una rica patata panadera con cebolla, pero se puede completar el menú con una ensalada variada. Así obtenemos una comida o cena nutritiva y ligera, perfecta para esos días en que toca compensar excesos o para quienes siguen dietas de control de peso.
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