Los falsos panes con masa vegetal son una opción estupenda para improvisar un almuerzo o cena bien nutritivo y bajo en hidratos, dándole una vuelta de tuerca a verduras como el brócoli. En este caso te tiene que gustar esta brassica, pues sigue conservando su sabor, pero adquiere una textura totalmente diferente proporcionándonos una base tierna y esponjosa que además se puede, después, tostar o pasar por la plancha.
Hemos adaptado la receta que compartió en redes hace ya tiempo la murciana Teresa Vivancos, y que nos encanta por lo fácil que se puede modificar al gusto. Para que sea sin gluten hemos combinado almendra molida y harina de quinoa (apenas 10 g de cada una), pero se puede usar otra mezcla de harinas nutritivas que no sean trigo, incluso de avena si no tienes problemas con las posibles trazas de gluten.
Precalentar el horno a 180ºC con calor arriba y abajo. Forrar con papel vegetal antiadherente un molde de unos 20 o 23 cm de lado, cuadrado o ligeramente rectangular. Cuanto más grande, más fino quedará el "pan"; si es más pequeño, saldrá más gordito y tierno.
Cortar los ramilletes del brócoli para sacar unos 200 g, lavar y escurrir y secar muy bien. ^Triturar con un robot o procesador de alimentos, o picar muy fino a cuchillo, hasta dejar textura de cuscús. Volver a triturar o batir con el resto de ingredientes hasta tener una masa homogénea que se pueda amalgamar.
Extender en el molde preparado, procurando que quede homogéneo y plano, y hornear hasta que cuaje, unos 18-20 minutos. Comprobar el punto pinchando en el centro con un palillo.
Sacar del horno, esperar un poco y desmoldar dándole la vuelta sobre una rejilla, retirando el papel con cuidado. Esperar a que se enfríe por completo sobre la rejilla para que no genere condensación.
Con qué acompañar el pan de brócoli fitness
Una vez cuajado y enfriado, el "falso" pan de brócoli se puede cortar fácilmente en cuatro piezas para formar dos sándwiches tiernos que admiten cualquier relleno que nos apetezca. Si nos hemos quedado cortos de horno o queremos que tenga una textura más firme por fuera, podemos pasarlos por la sartén o simplemente tostarlos; de esta manera será fácil extender alguna crema untable, como hummus o paté vegetal, o un queso fresco cremoso. El brócoli hace una deliciosa pareja con el aguacate y le va muy bien el frescor de un buen tomate; también podemos rellenarlo con atún en conserva, bacalao ahumado, ensalada de pollo al curry o de garbanzos, etc.
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