Sé que el pan no es imprescindible y que muchas dietas lowcarb o fit lo evitan, pero a mí me encanta. Eso sí, no cualquier pan; procuro escogerlo artesano, de masa madre y con harinas y cereales de calidad, además suelo hacerlo yo misma. Esta receta de pan casero integral de centeno y espelta es estupenda para empezar a experimentar con las masas cuando aún no se tiene ninguna experiencia.
Es una adaptación de uno de mis cocineros favoritos, perfecta para los que no se atreven a dar el salto de la panadería casera porque todo eso de los fermentos, amasados y levados les echa para atrás. Apenas hay que mezclar, dejar reposar y hornear, y además es un pan muy nutritivo y completamente integral.
Calentar ligeramente el agua para que esté tibia -al tocarla con el dedo no nos debe quemar-. Añadir la leche o bebida vegetal y la levadura; remover bien para disolverla un poco.
Mezclar en un recipiente grande las harinas con los copos de avena y la sal. Formar un pequeño hueco en el centro y echar la mezcla de agua y levadura. Combinar un poco y agregar todas las semillas. Podemos echar la variedad y cantidad que más nos guste, cambiando algunas pipas por frutos secos o agregando pasas o dátiles, por ejemplo.
Trabajar la masa en el cuenco hasta que tengamos una masa homogénea sin grumos secos. Estará húmeda. Tapar el recipiente con plástico film o un paño humedecido y dejar reposar alrededor de una hora, hasta que casi doble su volumen. Si lo ponemos en un lugar cálido levará antes.
Cuando haya crecido, precalentar el horno a 220ºC. Volcar sobre una superficie ligeramente enharinada y dar forma ovalada, con las manos enharinadas también o engrasadas un poco con aceite. Trasladar a una bandeja de horno cubierta con papel sulfurizado.
Hornear durante 10 minutos; bajar la temperatura a 200ºC y seguir horneando hasta completar unos 35 minutos. Si se quema demasiado rápido por arriba, cubrir con papel de aluminio. Dejar enfriar completamente sobre una rejilla.
Con qué acompañar el pan integral
La combinación de semillas de este pan integral de espelta y centeno hace que sea delicioso por sí solo, pero realmente podemos tomarlo a cualquier hora y con lo que nos apetezca. En el desayuno, con fruta fresca o compota casera, un poco de queso o en rebanadas cubiertas de yogur natural, para acompañar una sopa o montar tostas de aguacate...
Envuelto en un paño de tela limpio y en un lugar fresco y seco aguanta bien varios días. También se puede congelar en rebanadas envueltas individualmente, para tostarlas directamente.
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